El sexto sentido de 'Óscar', el gato
Un felino adoptado por un centro geriátrico de EE UU ha alertado del inminente fallecimiento de 25 enfermos terminales
Un gato llamado Óscar, adoptado cuando era un cachorro por el personal de un geriátrico en el estado de Rhode Island (EEUU) se ha ganado el respeto de trabajadores y pacientes por desempeñar una valiosa labor en el centro gracias a un sexto sentido muy especial: cuando los residentes, generalmente enfermos terminales y afectados por demencia incapaces de expresar su situación, entran en la fase final de su agonía, el felino alerta al personal situándose al lado del moribundo. Los médicos buscan una explicación química a la extraña habilidad de Óscar que David Sosa, médico geriatra del Centro de Rehabilitación para Ancianos de Providence ha expuesto en la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine.
Desde que Óscar se instaló en la tercera planta del centro hace dos años, su presencia ante el lecho de un residente se ha convertido en una señal que los enfermeros se toman muy en serio. "El gato siempre se las arregla para aparecer y siempre lo hace en las últimas dos horas", asegura Sosa al explicar que lo primero que se hace cuando Óscar se acurruca junto a un paciente es llamar a sus familiares.
Según el médico, Óscar ha acertado ya con 25 residentes a los que no sólo les ha hecho compañía en sus últimos momentos de vida sino que, con su alerta, les ha permitido dar el último suspiro velados por sus seres queridos. Por ello, lo que en otros lugares convertiría al gato en una presencia indeseable, en la clínica de Rhode Island le ha valido a Óscar el cariño de los familiares de los residentes. La valía de la labor del felino de pelaje blanco y gris ha sido reconocida con una placa colgada en una de las paredes de la clínica que dice: "Por sus cuidados compasivos, esta placa está dedicada a Óscar, el gato".
El escepticismo que pudieran plantear las facultades de Óscar es frenado por la doctora Joan Teno, profesora de salud comunitaria de la Universidad Brown, que atiende a los pacientes de la clínica. La doctora manifestó que no cree que el felino tenga facultades paranormales. "Es posible que haya una explicación química", concluye Teno.
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