La policía austriaca desmantela una red internacional de pedofilia
Los vídeos de abusos a menores eran accesibles a través de Internet
Las pistas de más de 2.300 sospechosos de 77 países han llevado a la policía austriaca a desmantelar una red internacional de pornografía infantil. El ministro del Interior, Günther Platter, señaló ayer que los investigados pagaron para ver imágenes "del peor tipo de abuso sexual infantil". La trama se descubrió tras la denuncia de un proveedor de Internet, que acudió a la policía asegurando que alguien había descargado en su sistema ocho archivos de pornografía mediante piratería cibernética.
Las investigaciones se iniciaron en julio del año pasado, cuando el propietario de un servidor de Internet de Austria denunció que, sin su conocimiento, alguien se había colado en su sistema y había cargado desde Londres ocho archivos de vídeos pornográficos.
El material era accesible a través de un vínculo de una página rusa en la Red, que ofrecía pornografía infantil para descargar. La afiliación por tres meses a este portal costaba 89 dólares (69 euros). Los vídeos, producidos probablemente en países de la antigua Unión Soviética, mostraban "los más graves abusos sexuales a niños", según el ministro del Interior austriaco. Las víctimas más jóvenes apenas llegan a los cinco años y las mayores tienen 14.
Antes de proceder a bloquear el portal ilegal de Internet, los investigadores constataron que en sólo 24 horas se habían conectado ocho mil usuarios. Las listas de los correos electrónicos de los clientes sirvieron de pista para emprender la persecución. Mediante Europol e Interpol, los criminólogos austriacos pasaron los datos a la policía de los demás países.
Platter esperó a que concluyeran las investigaciones en el territorio austriaco antes de hacer pública la desarticulación de la red de pornografía infantil. Todos los sospechosos en Austria, 23 en total, han sido identificados, se han abierto procesos judiciales y están bajo acusación, pero "no han sido detenidos porque consideramos que no hay riesgo de que escapen". "Hemos intervenido todas las pruebas del delito y hemos constatado que no son productores ni difusores de pornografía infantil, sino consumidores", señaló ayer Gerald Hesztera, portavoz de la policía austriaca. Herald Gremel, un experto austriaco en crimen cibernético que encabezó la investigación, dijo que en los vídeos se podía ver cómo violaban a niñas mientras éstas gritaban. "En tres días, este sitio ganaba alrededor de 350.000 dólares (268.800 euros). Hay miles de sitios como este en la Red", afirmó Gremel.
Las fuerzas del orden han confiscado en Austria 31 ordenadores, siete computadoras portátiles, 23 discos duros y otros sistemas de datos, 1.132 DVD, 1.428 disquetes y 213 cintas de vídeo, lo que se constituye un total de ocho terabytes de material pornográfico.
La máxima penalización para estos pedófilos serían 2 años de prisión. Entre los acusados hay escolares, estudiantes universitarios, trabajadores, funcionarios y jubilados, de edades que van de 17 a 69 anos.
Según la policía, 607 de los sospechosos están en EEUU, 406 en Alemania, 114 en Francia, 64 en España y 23 en Austria. Los pedófilos se extendían por muchos países más, desde Argelia a Islandia y Venezuela.
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