Las seis hermandades de 'la madrugá' desfilan por Sevilla en una noche fría

Las seis cofradías que componen la nómina de la madrugá de Sevilla están en la calle desde las cuatro de esta madrugada y decenas de miles de personas han desafiado al frío invernal de esta noche de primavera para ir a contemplar los cortejos.

La Macarena ha salido de su basílica casi a las dos de la madrugada, una hora y media después que el Señor de la Sentencia, a los sones de la marcha real primero y después de Pasa la Macarena, con los costaleros meciendo el paso en una larguísima y hermosa chicotá. Al otro lado del río, la cruz de guía de la Esperanza de Triana ha salido de la capilla de los Marineros poco antes de las dos y cuarto de la madrugada, aunque la Trianera, como se conoce en Sevilla a esta Virgen, no ha salido de su templo hasta casi las tres y media de la madrugada.

Poco más de media hora antes, el Señor de la Salud de la hermandad de Los Gitanos ha flanquedado las puertas de su templo, recibido con aplausos primero y a los sones después, entre otras, de una de las marchas más conocidas de la Semana Santa: la Saeta. Este año, la hermandad de Los Gitanos va acompañada, excepcionalmente, por una representación de la Guardia Civil con uniforme de gala, después de que el Instituto Armado haya sido homenajeado por esta cofradía.

El Gran Poder, con el rostro recién restaurado y con ese paso tan característico que le imprimen sus costaleros, que hace que parezca que camina hacia la cruz, ha puesto en pie a la Campana, donde comienza la carrera oficial, llena de sillas de abono, a las dos y media de la madrugada.

Lágrimas, saetas y fervor

Como cada madrugá, ha sido el Jesús Nazareno de la hermandad del Silencio, que lleva la cruz al revés, el encargado de inaugurar la carrera oficial pidiendo permiso por escrito al presidente del Consejo de Hermandades, Manuel Román, ya que sus nazarenos tienen prohibido pronunciar palabra durante todo el cortejo.

La tercera cofradía de luto de la noche, junto al Silencio y el Gran Poder, es El Calvario, que ha sido la última en salir a las cuatro de la madrugada de su parroquia de la Magdalena, en medio de un impresionante silencio.

Lágrimas, saetas y fervor acompañan esta noche a las imágenes más bellas de la Semana Santa sevillana, iluminadas por la candelería que llevan los pasos y precedidas por los cirios que portan los nazarenos, componiendo así estampas de una gran belleza y plasticidad. A pesar del lleno de sevillanos y turistas que presenta esta noche el centro de Sevilla, las procesiones se desarrollaban con "absoluta normalidad" al menos hasta las 4.00 horas, según ha informado el Centro de Coordinación Operativa (CECOP) del Ayuntamiento hispalense.