Un equipo de Atapuerca halla restos humanos con más de un millón de años
Es la primera prueba de presencia humana en Europa anterior al 'homo antecessor'
El equipo de excavación que trabaja en los yacimientos prehistóricos de la Cueva de la Sima del Elefante en Atapuerca (Burgos) ha descubierto restos que confirman la presencia humana en Europa desde hace más de un millón de años. Según los primeros indicios, se tratan de restos de un ancestro de homo antecessor, una especie que ya había sido descubierta en el yacimiento de Gran Dolina, también en la Sierra de Atapuerca.
Hasta ahora, los últimos hallazgos del Homo antecesor databan de hacía 800.000 años. El debate sobre el momento en el que tuvo lugar la primera colonización humana del continente europeo ha ocupado a científicos y arqueólogos a lo largo de la historia; los primeros hallazgos arqueológicos y paleontológicos hablaban de hace medio millón de años; pero esta fecha quedó pronto corta y los restos en yacimientos como Monte Poggiolo en Italia, Le Vallonet en Francia o Gran Dolina en Atapuerca ya alejaban al primer europeo hasta hacía un millón de años. Se trataba del hallazgo de herramientas de piedra, que sólo podían ser explicadas por la presencia de homínidos en Europa en aquella época tan remota.
En julio de 1994 aparecieron en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina un centenar de restos humanos de una especie desconocida hasta entonces y asociada a numerosos instrumentos de piedra. Tres años más tarde, la revista Science publicaba la denominación de una nueva especie, el Homo antecesor, el explorador, el primer colonizador de Europa, con una antigüedad de 800.000 años.
El pasado 27 de junio, un equipo de Atapuerca encontrar un premolar humano en el nivel TE9 del yacimiento de la Sima del Elefante. Se trata del resto fósil humano más antiguo de Europa occidental.
Los restos hallados se encontraban en el nivel TE 9 del yacimiento de la Sima del Elefante, donde ya se habían localizado restos de algunas especies de mamíferos, como bisontes, jabalíes, ciervos, e incluso un resto de macaco, uno de las pocas especies de primates europeos de ese período. Además, piezas de aves y de un pequeño ratón, Allophayomis lavocati, que permitía aventurar una cronología de más de un millón de años para este nivel.
Ahora, falta determinar a qué especie del género homo pertenece el diente descubierto en Burgos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.