El PNV rompe su tradición y apoya en bloque la ley del aborto
El partido acepta una ley de plazos y que la decisión de menores sea confidencial
El PNV dio ayer un paso sustancial que le aproxima al apoyo futuro del proyecto de ley del aborto. Su Ejecutiva aprobó ayer un documento de 22 folios en el que defiende la ley de plazos, admite la interrupción voluntaria del embarazo como un derecho de la mujer y rechaza que se obligue a las mujeres de entre 16 y 18 años a lograr permiso de los padres.
El PSOE tiene ya apoyo suficiente para sacar adelante el proyecto de ley con los votos de la izquierda, pero aspira a ampliar esa mayoría hacia el único grupo parlamentario posible, el PNV. Los nacionalistas vascos, con raíces católicas reconocidas y que se define como "humanista", siempre habían dado libertad de voto en estos temas, pero ahora sostienen que es necesario cambiar la actual ley "que no gusta a casi nadie" y cuyo "pecado original es que no se basa en el reconocimiento del derecho de las mujeres a decidir". Por eso, votarán en bloque a mediados de noviembre a favor del proyecto de ley en el debate de totalidad.
"El sistema está fracasando en la protección a las mujeres", afirman
El PNV rechaza también la actual legislación porque "está enmarcada en el Código Penal" y no desde "los derechos humanos". "La libre decisión de la mujer a interrumpir el embarazo en un periodo determinado de gestación es la pauta común que reconocen la mayor parte de legislaciones de la UE", explica.
Añade que la ley actual "no ofrece suficiente seguridad jurídica ni a mujeres ni a profesionales", porque se pueden cuestionar los informes médicos y porque no hay límite para la práctica de la interrupción por causa de peligro para la salud materna. Propone que el aborto esté incluido entre las prestaciones de la sanidad pública, con el argumento de que "el sistema está fracasando estrepitosamente en la protección de la salud de las mujeres que se acogen a la ley". Pide que se regule la objeción de conciencia, porque ahora la falta de regulación permite que haya servicios públicos que desatiendan a las mujeres. Coinciden en incluir la educación sexual. Por eso pide "el reconocimiento del derecho a tomar decisiones sobre reproducción, a decidir libremente sobre el número de hijos". Su propuesta se concretará en media docena de enmiendas parciales, que no están muy lejos del proyecto. Así, asegura que la ley de plazos supone mayores garantías para las mujeres, combinado con indicaciones, tal y como defiende el PSOE. Para el PNV "es aceptable un límite en torno a las 12-14 semanas", ampliable a las 22 para casos de "riesgo materno o anomalías fetales" y sin límite cuando un grupo de expertos determine grave riesgo para la madre o el feto.
De la polémica de los 16 años, el PNV asegura que "cuando una adolescente evita la participación parental en su decisión de abortar su elección suele tener una buena justificación" y "el derecho al acceso confidencial a un aborto con garantías debiera ser preservado en las adolescentes".
Recuerda que con 13 años es posible mantener relaciones sexuales consentidas y que con 16 se puede contraer matrimonio o emanciparse. Para evitar abortos tardíos o clandestinos, propone eliminar la salvedad de la ley de autonomía del paciente que obliga a informar a los padres. Y coincide con el PSOE en que no haya penas de cárcel para mujeres que aborten fuera de los plazos o supuestos legales.
Dos de CiU, a favor
Uno de los argumentos en contra de la ley para legalizar el aborto es que la modificación carece de consenso social y político. Sin embargo, en el debate de totalidad el único grupo que va a votar en bloque en contra del proyecto es el del PP. Votarán a favor de las enmiendas de totalidad PP, ocho de los diez diputados del Grupo de CiU, y en el mixto, el de UPN y quizás CC.
En contra de las enmiendas de totalidad votarán PSOE, PNV, ERC, IU, ICV, NaBai, BNG y dos diputados de CiU, es decir, 185 diputados, nueve más de los necesarios.
En CiU, habrá libertad de voto y división total, con una enmienda de totalidad que defenderán los cuatro de Unió y otra de otros cuatro de Convergencia, con argumentos totalmente distintos.
Otros diputados de CiU, Mercé Pigem y Carles Campuzano votarán con el PSOE. Los de Unió son contrarios al aborto y a cualquier reforma, mientras que los de Convergència ponen objeciones como la conveniencia temporal o detalles como el aborto de las mujeres de 16 años sin consentimiento.
Rosa Díez (UPyD) es favorable a la reforma, pero se desconoce cuál será su voto.
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