Muere el cardenal más feroz con Zapatero
Agustín García-Gasco, arzobispo jubilado de Valencia, fallece de un infarto en Roma antes de la beatificación de Juan Pablo II
El cardenal Agustín García-Gasco, arzobispo jubilado de Valencia, ha fallecido hoy en Roma a causa de un infarto, según han confirmado fuentes del Arzobispado de Valencia y del Gobierno valenciano. El purpurado, que se había desplazado a Roma para asistir hoy la beatificación del papa Juan Pablo II, se sintió mal pocos minutos antes de comenzar la ceremonia y fue trasladado al hospital San Carlos de Nancy, próximo al Vaticano, donde falleció a causa un infarto.
García-Gasco (Corral de Almaguer, Toledo, 1931) ha mantenido un perfil político muy acentuado y ha sido uno de los más feroces azotes del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, quien lo llegó a señalar como uno de los principales responsables del envenenamiento de las relaciones entre la Iglesia católica y el Ejecutivo. Alzó su voz discrepante en asuntos como la interrupción del embarazo, el matrimonio homosexual, el divorcio exprés o la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
El 24 de julio de 1992 fue nombrado arzobispo de Valencia y al cumplir los 75 años, a comienzos de 2006, presentó su renuncia, aunque no dejaría el arzobispado hasta 2009. García-Gasco inició un armonioso, y fructífero, maridaje con el PP. Mantuvo una fluida relación con el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, que se intensificó con su sucesor, Francisco Camps. La Generalitat impulsó en esos años la Universidad Católica de Valencia, concedió una emisora de televisión autonómica a la cadena del episcopado (Cope), y multiplicó sus ayudas a la Iglesia, que acumuló hasta el 85% de las subvenciones e inversiones de la Administración autonómica destinadas a patrimonio artístico.
Con García-Gasco en el palacio arzobispal, la Generalitat se involucró en la organización y financiación de la visita del Papa a Valencia con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias, en 2006, parte de cuya gestión está siendo investigada por los tribunales en el denominado 'caso Gürtel', ya que de los 14,5 millones de euros que Canal 9 adjudicó para cubrir ese acontecimiento, sin mediar concurso, más de la mitad fueron para una empresa tapadera de la trama Gürtel (Teconsa), un contrato por el que Francisco Correa obtuvo más de un millón en comisiones ilegales. El arzobispo y Camps utilizaron esta visita para echar un pulso al Gobierno central, tanto en el protocolo como en la difusión de la señal de televisión del acontecimiento, que concedieron a Canal 9 en detrimento de RTVE.
El 24 de noviembre de 2007 García-Gasco fue nombrado cardenal por el papa Ratzinger. Entonces ya había anunciado un el proyecto que levantó una honda inquietud tanto en algunos círculos de la Iglesia, que consideraban a García-Gasco como "un hombre con una cierta mentalidad nacionalcatolicista", como en sectores progresistas de sociedad: la creación de la Iglesia de los Santos Mártires, para honrar la memoria de los beatos valencianos muertos en la Guerra Civil "por el odio a la fe". Su proyecto de despedida, que fue inaugurado por su sucesor Carlos Osoro, fue interpretado como un acto propio de la inmediata posguerra que no ayudaba a la concordia entre los bandos que libraron la contienda. El Ayuntamiento de Valencia lo nombró hijo adoptivo con la oposición del PSPV-PSOE, que consideró que el cardenal fomentaba "la división y la confrontación" con sus constantes ataques al Gobierno socialista, al que llegó a acusar de provocar "la disolución de la democracia y corroer los cimientos de la sociedad democrática".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.