Misterio resuelto en un eclipse estelar periódico a 2.000 años luz
En Epsilon Aurigae el compañero es una estrella pequeña y caliente rodeada de un fino y enorme disco de polvo
Epsilon Aurigae es un singular sistema estelar, situado a 2.000 años luz de distancia y conocido desde hace 190 años. Su singularidad reside en que cada 27,1 años se produce allí un eclipse que dura 18 meses. Se trata de una estrella gigante con una masa cuatro veces la de nuestro Sol, que forma un sistema binario con otro cuerpo celeste que se cruza por delante (en la línea de visión desde la Tierra) y lo oscurece, lo eclipsa. El problema hasta ahora es que ese segundo cuerpo misterioso nunca se había logrado ver, y había varias hipótesis acerca de su identidad. Un equipo de astrónomos de EEUU han resuelto el enigma, logrando por primera vez obtener imágenes directas de él. Se trata de un disco elíptico muy delgado que rodea a una estrella pequeña y masiva caliente. Además, con sus observaciones y cálculos, los astrónomos han obtenido mucha información sobre el propio sistema binario y las propiedades de los astros que lo forman. Ellos dan a conocer su investigación en la revista Nature.
Aproximadamente el 60% de las estrellas forma parte de sistemas dobles o binarios, aunque sólo un 0,2% aproximadamente producen eclipses, es decir, que sus planos orbitales están alineados de tal manera que, vistos desde la Tierra, uno de los astros se cruza por delante del otro ocultándolo o, al menos, atenuando mucho su luz, explica Edward Guinan (Universidad Villanova, Pensylvania, EEUU). Los eclipses de cuerpos celestes han sido una herramienta muy útil en la historia de la astronomía, recuerda este experto, y proporcionan información esencial sobre las características físicas de las estrellas, como las masas, los radios, las temperaturas o las luminosidades, pero también sobre la estructura de los astros y su evolución.
Brian Kloppenborg (Universidad de Denver) y sus colegas explican en Nature que, para observar Epsilo Aurigae, han utilizado el conjunto de seis telescopios de un metro de diámetro Chara, situados en el monte Wilson (California), aplicando la técnica de interferometría, que permite sincronizar la luz captada por los diferentes telescopios para obtener imágenes únicas de una altísima resolución. Así han visto la compañera hasta ahora invisible de la estrella gigante.
Para explicar eclipses tan largos (18 meses), se habían propuesto varias hipótesis: desde una gran nebulosa esférica y semi-opaca hasta un disco de materia con agujero negro o un disco de materia con una estrella brillante en su centro. El equipo de Kloppenborg explica que se trata, efectivamente de un disco polvoriento, muy fino, con un astro pequeño y muy caliente en el centro. Estos astrónomos incluso han logrado precisar los parámetros de los objetos del sistema: la supergigante ocultada en el eclipse es extraña, sólo unas cuatro veces más masiva que el Sol; el disco (según observaciones anteriores) es relativamente frío (unos 300 grados centígrados) y su diámetro es aproximadamente cuatro veces superior a la distancia Tierra-Sol (150 millones de kilómetros); en el centro del disco hay una estrella de seis veces la masa solar. Se supone que el disco ha ido creciendo al capturar el material eyectado por la supergigante durante su evolución.
Este equipo de astrónomos explica que ha utilizado el complejo Chara para observar el actual eclipse (2009-2010) de Epsilon Aurigae en su inicio, es decir, en noviembre y diciembre del año pasado. Además, ha sido esencial la colaboración con astrónomos aficionados. El máximo del eclipse se producirá en agosto de este año y las observaciones continúan.
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