Fracasa la huelga hostelera contra la ley antitabaco

Los hosteleros vallisoletanos apenashan respaldado la convocatoria de huelga convocada por su patronal para pedir una reforma de la Ley Antitabaco que, según sus dirigentes, les ha hecho perder un 28% de clientes durante el mes y medio que lleva en vigor. El cierre ha tenido muy escasa incidencia y ha afectado a menos del diez por ciento de los bares, cafeterías y restaurantes del total de 4.200 que hay en la capital y la provincia.

En la manifestación posterior estaba anunciada la participación del presidente de la Asociación Nacional de Hostelería, José María Rubio, que horas antes hizo público un manifiesto acusando al gobierno de provocar que "decenas de miles de hosteleros se vean al borde de la ruina".

El cierre de establecimientos ha resultado difícil de cuantificar por ser los lunes el día elegido para el descanso de muchos de ellos; los convocantes han cifrado la participación en un 15% en el centro de la capital y "más de un 30" en determinados barrios. Los que optaron por no abrir, colgaron en sus puertas y escaparates un cartel avisando del cierre "en protesta contra la Ley Antitabaco".

La convocatoria surgió durante la asamblea celebrada por los hosteleros locales la pasada semana para protestar contra dicho texto legal, que ayer el presidente nacional calificó de "anti hostelería". En la citada asamblea se llegó a plantear la posibilidad de cerrar durante la Semana Santa, propuesta que el presidente de la agrupación vallisoletana calificó de algo que se dijo "medio en broma".

Lo que piden los representantes de los hosteleros es una vuelta a la Ley de 2005, que dejaba en sus manos decidir si se podía consumir tabaco o no dependiendo del tamaño del local o delimitar con mamparas los lugares destinados a fumadores y no fumadores. Son escasísimos los establecimientos que en aquél entonces optaron por aplicar la medida que ahora reclaman.