"Estoy orgulloso de lo hecho, pero miro hacia adelante"
Su prioridad es "que los alumnos se sientan parte de la vida universitaria"
Se nota que fue corredor de fondo. Carlos Andradas (Reus, Tarragona, 1956) es el vicerrector de Profesorado de la Universidad Complutense. Lleva ocho años en la cúpula que ahora quiere encabezar. Lo plantea como el final de una carrera. Uno de sus rincones favoritos de Madrid es el campus en el que ahora trabaja.
Pregunta. ¿Por qué opta al puesto?
Respuesta. Quiero que esta universidad brille como se merece. Llevo años en cargos de gestión y me gustaría culminar con esto.
P.¿Qué le diferencia de los otros candidatos?
R. Ilusión y confianza. Espero aportar credibilidad y solvencia. He pasado prácticamente por todos los cargos de gestión de la universidad y tengo un conocimiento bastante amplio. Y aún algo de juventud. Creo que soy el segundo candidato más joven.
"No hemos sabido negociar con la Comunidad de Madrid de forma inteligente la financiación"
"Quiero que los alumnos se sientan partícipes de la vida universitaria"
"Tenemos que gestionar los servicios de manera más ágil
P. Le presentan como la mano derecha del rector actual. ¿Eso le beneficia o le perjudica?
R. He estado con Carlos Berzosa porque creo en un proyecto de universidad pública y de calidad. Durante los últimos cuatro años como vicerrector primero. Esos son los hechos objetivos. Mi amistad con él es estrecha, pero somos personas muy distintas. Los proyectos van a ser diferentes. Las necesidades cambian. Mi gestión la tendrá que valorar la gente, que me dará credibilidad o no. He sido vicerrector en este equipo y estoy orgulloso de lo que hemos hecho, pero quiero mirar hacia adelante.
P. Dígame un logro y un error de Berzosa.
R. La transparencia y la accesibilidad como logro y el cuidado en la atención al personal y al profesorado. Los grados, las aplicaciones de gestión académica... Y algo malo: quizá no hemos sabido negociar con la Comunidad de Madrid de una manera más inteligente las cuestiones de financiación.
P. ¿Cómo retomaría la negociación con la Comunidad?
R. Tenemos que convencernos de que las universidades son un valor muy importante para la sociedad. Estamos haciendo maravillas con el presupuesto que tenemos. Las grandes universidades tienen unas magnitudes bastante superiores. Más allá de las cuentas, nos gustaría tener un reconocimiento por lo que aportamos. Y extiendo la petición al Ayuntamiento, del que no siempre hemos percibido la atención que requeríamos.
P. ¿Qué le piden?
R. Que se implique más. Por ejemplo, la limpieza corría a cargo del Ayuntamiento, que dejó de hacerla hace un par de años. Cuando hay fiestas limpiamos nosotros.
P. La Complutense tiene una deuda de 150 millones las nóminas han peligrado, hay proveedores que cobran con meses de retraso, falta material... ¿Cree, como ha declarado, que la situación "es sostenible"?
R. Es sostenible y la estamos sosteniendo desde hace dos años. No tenemos deuda, sino obligaciones de pago, que no es lo mismo. En cierto sentido, sería mejor tener una deuda que se pudiera refinanciar. Pagamos a proveedores con una media de nueve meses. Pero lo estudiamos, porque no es lo mismo una gran empresa que un pequeño proveedor que depende del pago para sobrevivir, aunque es cierto que hay pagos atrasados más meses de los que deberíamos. Ahora están empezando a disminuir los atrasos por el plan de reequilibrio presupuestario con contención del gasto.
P. ¿Cuál es su prioridad para los alumnos?
R. Que se sientan partícipes de la vida universitaria. Creo que lo viven como personas de paso que no se implican lo suficiente. Lo primero es hacer que se sientan bien tratados. Los profesores no lo hacemos lo suficientemente bien. Debemos procurar que se desarrollen lo más posible también facilitándoles el asociacionismo, las actividades deportivas y las tareas fuera del campus. Y es importante que se sientan corresponsables del cuidado del Campus.
P. ¿Cómo calificaría el cuidado de ahora?
R. Insuficiente. El campus tiene una riqueza natural tremenda, pero exige una conservación constante. No tenemos el cuidado que se debería tener.
P. ¿Por qué cree que el estudiante no se siente bien tratados?
R. Aún tenemos la visión de que es alguien a quien tenemos que contar rollos que debe estudiar. Quizá eso viene dado por una situación en la que había un número mayor de alumnos. Creo que ya está empezando a cambiar, Bolonia abunda más en buscar interacción. Ya había profesores que lo hacían, sobre todo aquellos con una mentalidad más dinámica.
P. Dice que quiere hacer de la Complutense una universidad internacional. ¿A qué se refiere?
R. Significa pensar en que nos vamos a dirigir a alumnos y profesores de todo el mundo. Tenemos que aparecer en el escenario internacional: cursos, una web en inglés que sea bilingüe y atractiva, participar en ferias internacionales... Eso se hace a día de hoy pero sin la suficiente proyección. Hay que intentar tener más profesores en plantilla no nacionales, ahora son muy pocos.
P. Lleva en el actual equipo desde hace ocho años, ¿por qué no lo ha abordado antes?
R. El debate es viejo, pero el problema está sin resolver en todas las universidades españolas. No se ha resuelto, en parte, porque realmente no hacemos el esfuerzo de sacar al escenario internacional las convocatorias de profesores. Creo que hemos dado pasos, hay varias titulaciones con grupos en inglés, o programas de visitantes distinguidos, en pie desde hace una serie de años. Pero aspiro a tenerlos en plantilla. Hemos potenciado el tema de intercambios Erasmus y lo que queremos es dar un paso más para que no vengan solo seis meses, sino que hagan un posgrado o el doctorado.
P. Dice usted que la presidenta Aguirre debe dejar de ver a la Complutense como una carga y empezar a mirarla como un activo.
R. Tenemos esa sensación. Creemos que nos ven como a un organismo que lo que hace es pedir dinero. No se dan cuenta de que usamos muchos menos fondos que universidades de otros países. Uno de los logros de este equipo, es que puede justificar todos los gastos, no hay ninguno superfluo. Nos gustaría que se nos viera como algo que genera valor para la Comunidad. Y como tarjeta de presentación de la región.
P. El Tribunal de Cuentas afea gastos e inversiones de la Complutense.
R. Las críticas que hace se dirigen más a la Fundación que a la Universidad, a la que le hace observaciones más de contabilidad y de que hay que cuidar el gasto de personal, el gasto mayor que tenemos. Por lo que yo conozco, hace objeciones a cómo se gestionan los fondos de investigación de la fundación y otras cuestiones relativas a las viviendas de Somosaguas, que no tiene que ver con la universidad. En estos años, en el plan de reajuste presupuestario hemos hecho también un esfuerzo en la contención de los gastos de personal, lo que permite que el dinero que antes se usaba para gastos de personal pueda empezar a gastarse en deshacer el cúmulo de facturas con proveedores. La viabilidad está garantizada, pero nos gustaría que la media de espera en los pagos se acortara lo más posible a 60 o 90 días. Hasta ahora hemos pagado una deuda con dos entidades bancarias de 67 millones de euros. Si pudiéramos volver a meter una inyección de liquidez, podríamos negociar mejor esos pagos.
P. ¿Qué plan previsto para colegios mayores e infraestructuras avejentadas?
R. Las infraestructuras necesitan acondicionamiento y mejora. Los edificios son una joya pero algunos son de los años 30.Depende mucho de la negociación posible con la Comunidad y otras entidades o constructoras. Espero que si realmente compartimos el punto de vista de que la Complutense es un valor, no dejemos que los edificios se deterioren. Se hizo un plan hace años en el que la Comunidad puso por escrito que debían dar 40 millones anuales para inversiones en edificios e instalaciones. En 2010 estaba prevista esa cantidad y se redujo a seis. Cualquiera de las obras supera con mucho esa cantidad. Los colegios mayores hay que verlos como un patrimonio, una herramienta fabulosa para favorecer la internacionalización y alojar a estudiantes también de fuera de España. Y tenemos que ser capaces de generar recursos propios.
P. ¿Cómo?
R. Podemos gestionar mejor algunas de las instalaciones que tenemos. Dentro de la universidad hay plataformas científicas que prestan servicios fuera. Hay que gestionarlo mejor para obtener ingresos para el mantenimiento y mejora de esas instalaciones. Tenemos servicios externos a través de las clínicas, odontología, oftalmología, el hospital veterinario, también tiene una doble vertiente, la docente y la externa. Tenemos que gestionarlo de una manera más ágil.
P. Usted lleva ocho años en la dirección, ¿por qué no ha aplicado ya esa fórmula?
R. En 2008, cuando empieza la crisis, empezamos el proceso de reequilibrio presupuestario. Ahora es cuando nos planteamos cómo obtener recursos adicionales. Esto lleva un proceso porque dentro de la comunidad universitaria también es discutido este modelo más economicista, lleva un tiempo y un cambio de mentalidad. Hay que plantearse objetivos de incrementar los proyectos de investigación. Hay que crecer mucho más y gestionar más el tema de patrocinios. Nuestro negocio fundamental es la formación, también habría que hacer un diseño de formación continua atractivo.
P. ¿Cuál es su propuesta para el Personal de Administración y Servicios (PAS) y para los profesores?
R. Una de las cosas que intento es romper la barrera entre profesores y PAS. Los trabajadores de la universidad tenemos que interrelacionarnos, los colectivos no deben estar tan disociados. Lo primero, hay que mantener la posibilidad de desarrollo de una carrera profesional objetiva, basada en el conocimiento del trabajo realizado y la dedicación a la universidad.
P. ¿La carrera profesional no es objetiva ahora?
R. Está empezando. Cuando digo objetiva me refiero a que esté diseñada, para que pase de unas figuras a otras con una concepción clara de qué pasos hay que dar. Tenemos que encontrar una forma de reconocimiento de las actividades del profesorado de manera que cada uno desarrolle aquellas para las que está en mejores condiciones. Aquellos con un perfil más investigador o los que lo tienen más docente. Dar un trato igualitario supone que todo el mundo esté incómodo. La diversificación de funciones es fundamental. También hay que repensar cómo están los servicios para que todos vivamos mejor, para desarrollarlos con más eficiencia. Los investigadores necesitan sentirse apoyados para que no se conviertan en personas que se dedican a rellenar formularios: propuestos, justificaciones, fichas... Esa carga consume tantas horas que te acabas dedicando más a la gestión que a la investigación.
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