Alemania suaviza las restricciones a la investigación con células madre
Hasta ahora los científicos de ese país sólo podían trabajar con material genético anterior a 2002 y ahora podrán hacerlo con el disponible hasta 2007
Alemania ha abierto hoy un poco más la puerta a la investigación con células madre embrionarias, aunque mantiene su tradicional política restrictiva respecto a esta cuestión. El Bundestag (Parlamento alemán) ha votado a favor de ampliar el calendario para la investigación con este material genético: en lugar de poder hacerlo sólo con células anteriores a 2002, el plazo se extiende a 2007, lo que da un margen algo mayor a los científicos. Otro de los puntos importantes, el principal para la comunidad científica, es que el Gobierno de Angela Merkel levanta la prohibición a los expertos de participar en proyectos internacionales de investigación.
Los diputados del Bundestag responden así a las peticiones de los expertos, que habían solicitado una revisión de la legislación, básicamente porque las líneas de células anteriores a 2002 son insuficientes y de mala calidad. A partir de ahora, se calcula que los científicos podrán acceder a hasta 500 líneas celulares aisladas nuevas y adaptadas a los últimos estándares internacionales.
Cuatro modelos han sido sometidos a votación: uno que pedía mantener el status quo, uno que apoyaba la liberalización absoluta, un tercero a favor de la prohibición total y finalmente el aprobado.
Entre los que propugnaron prohibir todo experimento con células madre embrionarias figuraba, además de la Iglesia, el diputado y experto jurídico de Los Verdes Volker Beck, quien ha insistido en que existen alternativas al uso de células embrionarias, como la investigación con células adultas, que se consiguen a partir del cordón umbilical o el líquido amniótico.
Partidario de mantener el status quo ha sido, entre otros, el ex presidente del Parlamento Wolfgang Thierse, del partido socialdemócrata, quien ha criticado que el modelo de ampliar el plazo de investigación únicamente tiene como fin mejorar la competitividad de los científicos alemanes. "¿Es este un argumento éticamente válido? Yo creo que no", ha dicho Thierse, quien ha recalcado que los éxitos científicos son hasta ahora escasos.
Entre los que pedían la liberalización total de la investigación figuraba, además de buena parte de la comunidad científica, el socialdemócrata Rolf Stöckel o la cristianodemócrata Katherina Reiche, quienes han considerado que una ampliación del calendario vigente aplaza el problema hacia el futuro, pues tarde o temprano se volverá a plantear la misma cuestión.
Este grupo de diputados ha subrayado que su postura no es menos ética que la de cualquier otro, pues defiende un control muy estricto de las importaciones de células madre. "También la curación de personas es moral", ha manifestado la diputada liberal Ulrike Flach.
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