Más de 842 millones de personas pasan hambre en el mundo
El director general de la FAO asegura que "el problema no es tanto la falta de alimentos como la falta de voluntad política"
En el mundo hay 842 millones de personas desnutridas, según los últimos datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Esta cifra, muestra el fracaso de la lucha contra el hambre. Para el director general de la FAO, Jacques Diouf, "el problema no es tanto la falta de alimentos como la falta de voluntad política".
El informe publicado hoy por la FAO no se limita a contabilizar el número de personas para quienes el hambre se ha convertido en un problema crónico, sino que también analiza los esfuerzos realizados para cumplir el objetivo fijado en la Cumbre Mundial de la Alimentación celebrada en 1996: reducir a la mitad para el 2015 el número de hambrientos.
Según el estudio, ese objetivo está demasiado lejos y sólo podrá alcanzarse si a partir de ahora la reducción del número de personas desnutridas se acelera a 26 millones por año, es decir, más de 12 veces el ritmo actual. Lo realmente alarmante es que las tendencias positivas registradas en el primer lustro de los noventa se invirtieron al final de la década y en los últimos años el número de personas desnutridas, lejos de reducirse, ha aumentado a un ritmo de casi cinco millones anuales.
Crece el hambre en los países "en transición"
De los 842 millones de personas que padecen hambre, 10 se encuentran en los países industrializados, 34 en los países en transición y 798 millones en los países en desarrollo. El número de desnutridos en esta última región ha disminuido sólo en 19 millones entre el periodo de referencia fijado por la Cumbre (1990-1992) y los últimos datos, referidos a 1999-2001. Sin embargo, la desnutrición ha aumentado en muchos países "en transición", principalmente en la Comunidad de Estados Independientes, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, Letonia, la ex República yugoslava de Macedonia y Serbia y Montenegro.
La lista global de países con hambre la encabeza la República Democrática del Congo, donde el 75% de la población tiene problemas de desnutrición. Le siguen Somalia (71%), Burundi 70% y Afganistán (70%). El panorama, en general desolador, sólo mejora en Asia, el Pacífico, América Latina y el Caribe, mientras que en el Africa subsahariana, Oriente Próximo y Africa del Norte el número de hambrientos crece.
Entre los 19 países que han conseguido reducir el número de desnutridos en 80 millones destacan países grandes y relativamente prósperos como Brasil o China y estados pequeños donde el hambre estaba muy extendida, como Chad, Guinea, Namibia o Sri Lanka. En la disminución del número de hambrientos en estos países han influido el crecimiento del sector agrícola, un aumento lento de la población, un nivel bajo de afectados por el sida y una clasificación más alta en el índice de desarrollo humano.
La incidencia del comercio internacional
El informe de la FAO dedica un apartado especial a la apertura del comercio internacional, un fenómeno que puede contribuir "de manera importante" a reducir el hambre y la pobreza en los países en desarrollo, aunque los principales beneficiarios de la liberalización seguirían siendo los países desarrollados.
Como ejemplos de subvenciones que distorsionan el mercado, la FAO señala que Estados Unidos distribuyó entre 2001 y 2002 a 25.000 productores de algodón 3.900 millones de dólares, importe superior a todo el PIB de Burkina Faso, donde más de dos millones de personas dependen del algodón para subsistir. En el paíse africano, el algodón se produce a 0,47 dólares el kilo, mientras que los agricultores estadounidenses lo hacen a 1,61.
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