"Ahora no hay más que abortos"
El director de la clínica San Ramón, que presuntamente sirvió de base para innumerables adopciones de recién nacidos, era el doctor Eduardo Vela Vela, un tocoginecólogo que asistía en el parto a las mujeres y, además certificaba que los bebés eran hijos de madre desconocida. Este médico se ha negado a mantener una entrevista con EL PAÍS en relación con las decenas de niños dados en adopción tras nacer en ese centro. "Prefiero no hablar. Se puede poner en entredicho la moralidad y la legalidad de esas adopciones. No me gustan los periodistas. Yo ya soy muy mayor y quiero vivir en paz lo que me quede. No es moral que yo hable de estas cosas. Si hay un Ser superior, que sea Él quien diga lo que tenga que decir", declaró telefónicamente Vela, entre constantes avisos de que iba a cortar la comunicación.
-¿Sabe usted que su nombre y el de la monja sor María Gómez Valbuena circulan por foros de Internet en relación con numerosas adopciones de menores? ¿Sabe que todos aquellos niños de los años 70 y 80 son ahora ya adultos que están buscando a sus madres biológicas?
-No lo sabía. No tengo ni idea. Yo no manejo Internet.
-Pues sí. Y muchas de esas personas ponen en duda la transparencia de su proceso de adopción. ¿Todo se hacía bajo la supervisión de las autoridades?
-Sí, todo se hacía conforme a la ley, bajo el control del Tribunal Tutelar de Menores y la Junta Provincial de Menores. En los certificados de nacimiento se ponía que el niño o la niña eran de madre desconocida, después de que la madre hubiera firmado previamente un documento (un papel de color amarillo) renunciando a su hijo. Esas mujeres decidían tener al niño. No como ahora, que no hay más que abortos.
-¿Las madres eran plenamente conscientes del proceso?
-Por supuesto. Las madres sabían que su hijo iba a ser dado en adopción porque ellas luego no podían mantenerlo. A veces se arrepentían más tarde y yo personalmente tuve que devolver a algún niño a su madre biológica si presentaba una reclamación y acudía a un juez.
-¿Sería posible ahora que esos hombres y mujeres adoptados en su día encuentren a sus madres?
-Va a ser muy difícil. Toda la documentación se destruyó por orden del Juzgado Tutelar de Menores. ¿Pero por qué revolver ahora este asunto? Esto no tiene ningún sentido. Esto es como lo que el juez Garzón quería hacer con los muertos de la Guerra Civil...
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