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Crítica:Narrativa
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El rapto del cisne / Els lladres del cigne

El caso, más que criminal, es clínico: el pintor Robert Oliver intenta acuchillar en abril de 1999 un cuadro en un museo de Washington, Leda vencida por el cisne, de Gilbert Thomas, preimpresionista francés. ¿Por qué perdió la cabeza Oliver, artista de éxito y talento? Su psiquiatra, Marlow, luchará por desentrañar el enigma, pero su paciente se niega a hablarle, mudo, apático y peligroso. Lo último que dice es que no quiso atacar a Leda, sino defender a la mujer amada, y calla y pinta maniáticamente a una mujer, siempre la misma, entera y a trozos. Ya está planteado el segundo misterio: ¿Quién es esa mujer? ¿Por qué la retrata sin fin el pintor iconoclasta? Elizabeth Kostova (Connecticut, 1964) vuelve a demostrar en El rapto del cisne su fe en el pasado y los muertos como fuente de suspense. En su primera novela, La historiadora, el núcleo del misterio estaba enterrado en la tumba de Drácula. Ahora se esconde en un cuadro decimonónico y en el mito de Leda bajo las alas de Zeus metamorfoseado en cisne. No son raras las fábulas sobre pinturas perturbadoras, reales e irreales: así, de pronto, recuerdo La mujer del cuadro, película de Fritz Lang, y el novelón La Venus del cuadro, de Frank G. Slaughter, y, entre la alta literatura, por decirlo así, relatos de Georges Pérec, Steven Millhauser o Pierre Michon. Kostova recurre a Leda o a Drácula como pretextos deslumbrantes para contar, contar y contar su cuento, a través de la voz en primera persona de las mujeres y el psiquiatra del artista, pintor de una muerta, enamorado necrófilo. Todos en este libro dicen contar cosas íntimas, y Kostova confía ilimitadamente (635 páginas) en el impulso humano de asomarse a los secretos ajenos. Así que añade al drama unas cartas de hace más de cien años, cruzadas entre una joven esposa y su viejo tío político, asunto un poco incestuoso, de adulterio y pasión pura, casi casta. Las historias del pasado guardan simetrías sentimentales y políticas con el presente. Entonces y ahora hay amores entre viejos y jóvenes, y una vez, como tantas, un hombre poderoso chantajeó a una mujer doblemente vulnerable, por su sexo y por su condición de artista mujer. El relato como encantamiento pide unas gotas más de glamour: viajes a Acapulco, Normandía y París; visitas a coleccionistas internacionales de arte; un día en las barricadas de la Comuna parisiense. Kostova practica el arte de la fantasía diurna monumental.

El rapto del cisne / Els lladres del cigne

Elizabeth Kostova

Traducción de Marta Torent López de la Madrid / Librada Piñero y Xevi Solé

Umbriel / Edicions 62. Barcelona, 2010

635 / 600 páginas. 21 euros

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