Dos años para frenar el "despilfarro"

La mitad de la legislatura. Ese es el tiempo que le queda al Ejecutivo socialista de Patxi López para abordar las tres reformas que se marcó al inicio de su mandato como prioritarias y que todavía están en el tintero: la fiscal, la de la sostenibilidad del sistema social, y la que persigue la eficiencia institucional.

El problema es que en las tres áreas va a tener en frente a las diputaciones forales .gobernadas a día de hoy por el PNV, a falta de lo que dicten los ciudadanos en las elecciones municipales y forales del próximo día 22. Quizás por eso López apeló ayer a la responsabilidad de partidos e instituciones para "abordar unidos" esos retos en un entorno que, reconoció, no es el más propicio para "buscar complicidades y aunar esfuerzos".

"Hemos acabado con los malos hábitos de 30 años" de nacionalismo

"Las reformas puestas en marcha difícilmente podrán ser desandadas"

Los presuntos casos de corrupción que acechan al PNV, y últimamente el debate político sobre la participación electoral de Bildu, están acabando de tumbar los escasos puentes entre los nacionalistas y el PSE, y consecuentemente, entre las instituciones gobernadas por unos y otros.

En ese contexto, el anunciado debate fiscal para combatir el fraude y alcanzar una fiscalidad más progresiva "que nos permita dotarnos de más recursos", o la batalla por acabar con las duplicidades que generan los usos y la Ley de Territorios Históricos, -el corazón del foralismo- se presentan como batallas complicadas. Pese a todo, el lehendakari, que ayer hizo balance de las reformas acometidas se mostró contundente con esa labor: "Debemos de acabar con las duplicidades y solapamientos que bloquean nuestro sistema y agotan y despilfarran nuestros recursos" económicos.

Con todos los consejeros de su Gabinete detrás, y arropado por muchos de sus asesores, el lehendakari hizo un recorrido por la primera mitad de su mandato para resaltar que, pese a tener que lidiar con la peor crisis de las últimas décadas, el Ejecutivo, con el apoyo parlamentario del PP, ha sabido poner fin a "los malos hábitos de 30 años" de gobiernos ininterrumpidos de mayoría nacionalista.

En ese listado de malas prácticas que han erradicado y que "difícilmente podrán ser desandadas" incluyó la de haber conseguido que Euskadi deje de ser "el foco de la crispación y el enfrentamiento permanente que era antes". En esa línea aclaró que ya nadie utiliza las instituciones comunes "para deslegitimar y actuar en contra de la legalidad establecida", en referencia al exlehendakari Juan José Ibarretxe y su plan soberanista que llevó hasta el Congreso de los Diputados, en lo que entonces se interpretó como un auténtico desafío al Estado. "Los proyectos soberanistas y unilaterales que dividen y enfrentan a la sociedad vasca han demostrado su fracaso como recurso político y electoral", aseveró.

Pero, además, insistió en que desde la llegada de los socialistas a Ajuria Enea en Euskadi hay una política que combate al terrorismo desde la firmeza democrática y la tolerancia cero.

En definitiva, para López, el desalojo de los nacionalistas del Gobierno vasco ha devuelto la normalidad a la comunidad autónoma y ha hecho que "la palabra Euskadi haya dejado de ser un arma arrojadiza" entre partidos, instituciones y ciudadanos.

Con todo, el lehendakari centró su balance en los aspectos más económicos de su gestión dando un repaso a las medidas en materia de empleo, industriales y puramente económicas que han adoptado hasta ahora para hacer frente a la crisis. Tras resaltar las dificultades por las que atraviesa la comunidad con una tasa de paro del 11,6%, "pese a que es la más baja de España", el lehendakari repasó algunas de las medidas que han contribuido a que "pese a todo, sigamos creando empleo".

Entre ellas citó la puesta en marcha de la Mesa del Diálogo social de la que salió el plan de empleo que logró cerca de 6.000 nuevos contratos laborales; los créditos puente y avales para dotar de "circulante" a pymes y autónomos; los 50 millones en avales para grandes proyectos industriales; la inyección de 20 millones de euros para Ayudas de Emergencia Social; el reforzamiento del programa de rehabiltación de edificios y viviendas con 25 millones; los programas Renove para muebles, automóvil, máquina herramienta o eficiencia energética en las viviendas; o el paquete de medidas anticrisis +Euskadi 09, que contó con una inversión de 388 millones de euros.

En su opinión, Euskadi ha avanzado mucho camino en la mejora de las políticas de seguridad, en la apuesta por el trilingüismo, y en el desarrollo del Plan de Convivencia y Deslegitimación de la Violencia. "No está siendo fácil", dijo, "pero pese a todo llevamos tres trimestres seguidos creciendo".