Un móvil, por caridad
Hay países como India donde hay más teléfonos móviles que cuartos de baño. Las cifras cantan: 564 millones de abonados frente a 366 millones de inodoros con agua corriente. El dato confirma la tendencia existente en los países emergentes y menos desarrollados según la cual los teléfonos móviles juegan un papel primordial.
Para empezar, el fenómeno indio tiene una sencilla explicación: mientras montar un cuarto de baño puede costar unos 300 dólares, comprar un móvil apenas supondrá un desembolso de 25. Ese es el precio al que vende sus aparatos la compañía india Reliance Communication, que además ofrece llamadas a un céntimo el minuto y no exige tarifa mensual.
Dice un reciente informe del Foro Económico Mundial que la telefonía móvil no es sólo la tecnología más revolucionaria de las dos últimas décadas, sino también la que más rápidamente se ha expandido. Para este mismo año se espera que haya 5.000 millones de abonados en un planeta que apenas supera los 6.000 millones de habitantes.
El director del think tank United Nations University que ha analizado el caso indio, Zafar Adeel, califica de "trágica ironía" el hecho de que los móviles superen a los sanitarios porque estos últimos favorecen una mejor salud y salvan vidas; pero otros analistas atribuyen al móvil unos beneficios sociales nada despreciables.
En India, como en Palestina o Suráfrica, el teléfono móvil sirve para transferir dinero, para recibir información sanitaria en forma de sms o para sustituir a la tarjeta de crédito.
El resultado es que la telefonía móvil, además de ser un suculento negocio en países tan poblados como China o India, es un motor para el desarrollo que está compensando otras carencias tecnológicas. Entre otras cosas porque no requiere grandes obras o infraestructuras. Bastan las torres repetidoras.
Todo esto ocurre mientras los teléfonos inteligentes conquistan los corazones del mundo rico, manteniendo la brecha tecnológica habitual; porque en India, como en Suráfrica o Senegal, el aparato más extendido es sencillo y barato. Pero, atención, sólo en China se van a vender este año 43 millones de teléfonos inteligentes.
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