Los tanques de queroseno serán retirados en cuatro años de Barajas
AENA y CLH gastarán 47,5 millones en quitar los depósitos
La retirada de los depósitos de queroseno (el combustible que usan los aviones) junto al antiguo pueblo de Barajas tiene ya fecha y presupuesto. AENA y CLH, dueña de la instalación, firmaron ayer un convenio para retirar los tanques en cuatro años. El ente público que gestiona los aeropuertos aportará 14,2 millones, y la empresa de hidrocarburos, 33,3, para que el queroseno llegue directamente de Torrejón por nuevas tuberías.
La hija de Amado Ortega, de 63 años, vive junto al aeropuerto de Barajas, pero su problema no es el ruido de los aviones sino cinco enormes tanques de combustible de aviación a menos de 100 metros de su ventana.
Su dueño, CLH, asegura que se cumplen todas las medidas de seguridad. "Mejor que se cumplan a 20 kilómetros de las casas", matiza Amado con sorna mientras pasea a su perro en la calle de Ayarbe, que bordea esa zona del aeropuerto. "Era una reivindicación vecinal desde hace muchos años".
Izquierda Unida arrancó a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, en junio pasado un compromiso para estudiar emplazamientos alternativos, más alejados de las viviendas. Según explicaba la portavoz de Medio Ambiente del grupo municipal de IU, Concha Denche, los expertos aconsejaban dejar unos dos kilómetros entre este tipo de instalaciones y las viviendas, en vez de los 70 metros que separan en Barajas los depósitos de las ventanas.
Amado Ortega, que lleva 30 años en el barrio, reconoce que estaban antes los tanques que los pisos (desde los años cincuenta, según CLH), pero añade que los residentes tienen cada vez más miedo. "Sobre todo desde que pasó lo de Londres".
El accidente de Londres
Lo de Londres fue en diciembre de 2005. Unos depósitos de combustibles en Buncefield (gasolinas y también queroseno para abastecer los aeropuertos de Heathrow y Luton) estallaron a unos 30 kilómetros de la capital británica. La columna de humo fue espectacular. Hubo dos heridos y fueron evacuadas 2.000 personas.
Con el plan de AENA y CLH, no se construirán nuevos depósitos, sino que el queroseno llegará al aeropuerto de Barajas directamente desde los almacenes de Torrejón de Ardoz mediante dos nuevas tuberías de 12,5 kilómetros y 24 pulgadas de diámetro (61 centímetros). Los tanques actuales reciben el suministro a través de oleoductos desde la instalación de almacenamiento de Loeches.
El plan consiste en la construcción de las nuevas tuberías, un nuevo circuito de queroseno y una estación de bombeo, la adaptación de cuatro tanques en las instalaciones de Torrejón y la conexión con la red de distribución del aeropuerto.
Este sistema de suministro ya se ha implantado en aeropuertos como el Charles de Gaulle de París, el de Bruselas, y en España en Palma de Mallorca y Málaga. El presidente de CLH, José Luis López de Silanes, explicó que en Barcelona se mantendrá la infraestructura actual, que abastece El Prat mediante tuberías desde el puerto de la capital catalana.
Las obras deben rematarse en cuatro años, a partir de que CLH (que tiene en Barajas 180 personas) obtenga los permisos necesarios. Los terrenos que se quedarán libres son de uso aeroportuario y AENA aún no ha decidido a qué los destinará, según comentó ayer el director de aeropuertos del ente público, Javier Marín.
Más crecimiento
Pese a que la reivindicación vecinal viene de lejos, CLH atribuye la decisión de desmantelar los depósitos a las necesidades de crecimiento en el aeropuerto e insiste en que la instalación cumple todas las normativas de seguridad.
Según explicó José Luis López de Silanes, presidente de la empresa de hidrocarburos, tras la firma del acuerdo con el presidente de AENA, Manuel Azuaga, "desde que se terminó la T-4 de Barajas se empezó a pensar que se iba a quedar pequeño" el suministro actual en unos años.
Con las nuevas instalaciones, se aumenta la capacidad de abastecimiento del aeropuerto hasta los 5.000 metros cúbicos por hora (el doble que ahora) y el volumen de queroseno almacenado se incrementa hasta los 100.000 metros cúbicos en Torrejón, también el doble de la que tienen actualmente los tanques de Barajas (51.250 metros cúbicos).
Coche en llamas junto al depósito
Pedro, de 53 años, lleva sólo cuatro años en la barra del bar Ayarbe, justo enfrente de los depósitos de queroseno. Está encantado, como todos los vecinos consultados, con el traslado de los tanques, pese a que tiene clientes que trabajan en los tanques de CLH. Ninguno le sopló la noticia, que conoció ayer. "Prefiero que los quiten", dice y recuerda lo pesado que se puso llamando a los bomberos un día que se incendió un coche aparcado en el solar adyacente a los depósitos.
En él están ahora montando el recinto ferial de Barajas, o sea, donde se montará en breve el mercadillo que ahora obliga a cortar la calle los sábados. Pero el resto de los días, será un aparcamiento, una mala idea en opinión de Pedro, que no quiere ni imaginarse el incendio de un vehículo en los próximos cuatro años de vida que le quedan a los tanques.
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