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"Se me fue la cabeza"

El juez decreta prisión provisional sin fianza contra el autor confeso de la muerte de una mujer de 55 años tras una riña de tráfico en Ciudad Lineal

El titular del Juzgado de Instrucción número 51, que se encontraba de guardia, ha enviado a prisión a Ángel Ortega Somolinos como autor confeso de los disparos que acabaron con la vida de María Luisa Santana Martínez, de 55 años, tras mantener el pasado viernes por la tarde una disputa de tráfico, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

El magistrado, a petición del fiscal, decretó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para el acusado tras la declaración del sospechoso, en la que reconoció los hechos que se le atribuyen. "Se me fue la cabeza, se me fue la cabeza. Pido perdón, no sé lo que me pasó", testificó ante el juez el acusado, que será juzgado por tres magistrados en la Audiencia Provincial porque los delitos que se le atribuyen superan la pena de cinco años de cárcel.

El magistrado le imputa tres delitos, entre ellos el de homicidio

A Ángel Ortega Somolinos, originario de Cuenca, pero cuya residencia se encontraba en la localidad cacereña de Navalmoral de La Mata, el magistrado le ha imputado los delitos de homicidio, tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas. Pero fuentes de la investigación judicial sostienen que según avance la investigación el ministerio público podría atribuirle algún tipo delictivo más, como por ejemplo el de omisión del deber de socorro.

No obstante, estas mismas fuentes de la investigación reconocen que el presunto homicida aseguró en su declaración que se dio a la fuga consciente de que la mujer había fallecido, por lo que hubiera sido inútil socorrerla. De todas formas, el presunto autor del crimen no superará los cuatro años de pena efectiva, ya que al cumplir la edad de 80 años (dentro de cuatro) abandonaría la prisión, tal y como está previsto en el ordenamiento jurídico español.

Fuentes de la investigación explicaron que el autor confeso de los hechos era plenamente consciente de lo que había hecho y que a lo largo de la declaración se mostró frío y distante con sus interlocutores. Además, el resultado del preceptivo examen forense ha determinado que Ángel Ortega Somolinos no presentaba anomalías psiquiátricas, y que se comportó con toda normalidad. No obstante, la elevada edad del sospechoso hace que no se descarten futuros brotes de violencia radical.

Los hermanos del supuesto homicida comentaron a EL PAÍS que Ortega Somolinos tenía un carácter muy frío y muy mal genio. "Es una persona retraída, introvertida y hasta un poco rara", comentó su hermana Dolores, que no tiene relación con él desde hace 10 años. La muerte de María Luisa Santana Martínez eleva a 27 el número de personas que han perdido la vida de forma violenta en la región en lo que va de año.Ángel Ortega Somolinos, el conductor de 76 años que el pasado viernes mató de dos disparos a una mujer tras una disputa de tráfico en el distrito de Ciudad Lineal, salía siempre de su casa con la pistola marca Star del calibre 7,65 cargada, según confirmaron ayer fuentes de la investigación. Estas mismas fuentes explicaron que el agresor reconoció a la policía que la había introducido en España tras uno de sus viajes a Sudáfrica, país en el que vivió y trabajó durante casi tres décadas.

Los agentes del Grupo X de Homicidios confirmaron que el detenido carecía de licencia para tener un arma de fuego. Por ello, iniciaron las pesquisas para determinar de forma exacta de dónde la sacó y cómo consiguió la munición. En un principio, se especuló con que Ortega era un ex guardia civil o ex militar, ya que fue el mismo arrestado el que lo insinuó a los agentes que le detuvieron. Sin embargo, las comprobaciones posteriores desestimaron este extremo. Ese es el motivo por el cual también ha sido acusado del delito de tenencia ilícita de armas, según un portavoz de la investigación, que resalta que otra de las imputaciones, la de intento de homicidio, se debe a los disparos que hizo contra la pareja de la fallecida.

El hombre fue detenido el viernes hacia las seis de la tarde tras mantener una discusión de tráfico con la víctima y su pareja en la calle de Francisco Villaescusa, en el distrito de Ciudad Lineal.

La policía intenta esclarecer los motivos de la discusión de tráfico. Algunos testigos explicaron que se inició al principio de la calle porque el supuesto autor de los disparos no arrancó en un semáforo cuando se puso en verde. Otros apuntaron que la disputa se originó por una plaza de aparcamiento.

En un momento determinado, cuando parecía que la disputa había finalizado, la fallecida y su marido volvieron a increpar al septuagenario, que sacó de su coche el arma y disparó en el cuello a la mujer, de 55 años, que quedó tendida en el suelo.

Tras esta primera agresión, Ángel Ortega Somolinos persiguió a tiros al argelino Abdon Lain, de 56 años, compañero de la víctima, aunque no logró alcanzarle, y regresó al lugar en el que yacía la mujer para dispararle un segundo tiro a quemarropa en el tórax, que le causó la muerte. También disparó contra un viandante que le había recriminado su acción y que alertó posteriormente a la policía.

El presunto agresor huyó del lugar en su propio vehículo y, en su fuga, se saltó varios semáforos en rojo. La descripción de los testigos y los datos que fue pasando un hombre que siguió al presunto homicida permitieron que fuera detenido en la ronda de Valencia, a unos seis kilómetros de donde se produjo el tiroteo. El hombre mantuvo en todo momento la calma cuando fue interceptado por los agentes y no ofreció ninguna resistencia a la detención. La policía recuperó el arma, que fue enviada a los laboratorios de balística de la Policía Científica para su análisis y cotejo con los casquillos recogidos en el lugar de los hechos, según informaron fuentes policiales.

El hombre fue trasladado en primera instancia a la comisaría de Retiro, donde se le leyeron los derechos. Después le llevaron a la Brigada Provincial de la Policía Judicial, donde se negó a prestar declaración.

Ángel Ortega Somolinos trabajó como mecánico tornero y matricero en el sur de África durante casi 30 años. Después regresó a España y se encargó de cuidar de su madre hasta que falleció. Siempre ha estado soltero y se ha mantenido alejado de su familia. Algunos testigos le describieron como un hombre bien vestido, que actuó con gran frialdad con la pistola en la mano, incluso tras haber realizado los disparos.

Tras decretar la prisión preventiva, el juez de guardia ha dejado la investigación en manos del titular del Juzgado de Instrucción número 38 de Madrid, que será el encargado de solicitar nuevas pruebas y de instruir el caso.

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