'Noche española' con sabor cubano
La gran danza del Cuban Classical Ballet of Miami debuta con éxito en el Festival de El Escorial
En el verano de 2010 el Cuban Classical Ballet of Miami (CCBM) o, lo que es lo mismo, el Ballet Cubano de Miami, se quedó con las maletas hechas y los decorados en enormes contenedores en el puerto de Santander. Las malas artes de una empresaria sin escrúpulos los dejaron colgados. Estaban programados en una gira española que comenzaba precisamente donde actuaron ayer día 5 y lo hacen hoy sábado: el teatro auditorio de San Lorenzo de El Escorial. Anoche hicieron vibrar al público ofreciendo un baile espléndido y una energía que solo la gran danza es capaz de transmitir.
El director del CCBM, Pedro Pablo Peña, cambió el programa para estas presentaciones y decidió esta Noche española, donde se realzan y verifican las relaciones entre el ballet clásico y las danzas españolas de tradición, sobre todo la Escuela Bolera que tanto ha influido en el repertorio del siglo XIX y principios del XX.
El programa realza las relaciones entre el ballet clásico y las danzas de tradición
Para la Noche española, Peña ha reunido a sus principales figuras habituales, artistas cubanos que están repartidos por las mejores compañías del mundo. Y además, con la intervención de dos españoles: los madrileños Carlos López, solista del American Ballet Theatre de Nueva York, y la nueva y prometedora revelación de la danza española, Sergio Bernal. López bailó en el elenco de Majísimo (sobre las danzas de la ópera El Cid de Massenet) y en una recreación de concierto de la danza española del tercer acto de El lago de los cisnes. Bernal, por su parte, bordó con virtuosismo y garra la Farruca de El Molinero de El sombrero de tres picos.
Lorena Feijóo, primera figura, hizo un pas de deux de Carmen que la corona como heredera natural y consciente del rol tras Maya Plisétskaya (para quien se creó) y de Alicia Alonso (que lo particularizó); Feijóo es poderosa en escena, afila la técnica y da el perfil de la auténtica diva de ballet en un momento de madurez espléndida.
Cerró la noche Don Quijote, con un virtuoso Rolando Sarabia y una chispeante y segura Xiomara Reyes (bailarina principal del American Ballet); ellos se comunican bien y dan al dúo su mejor sentido artístico.
Consideremos en el mismo alto nivel de expresividad y ejecutoria a Rainieris Reyes y Nelson Madrigal, el primero en Paquita y el segundo en el Don José de Carmen. El total de las obras pone de relieve unos vasos comunicantes y una retroalimentación tan viva como exitosa: la del ballet y lo español. La obra Majísimo de Jorge García es la mejor demostración de esa estilización capaz de hacer que lo esencialmente español se vincule a lo que es académico y troncal; pasos, frases, acentos y combinaciones que probablemente ya estén fundidas para siempre.
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