Gallardón repite mayoría absoluta pero pierde apoyo
El alcalde logra 42.459 votos menos que Aguirre en la capital
Desde el primer minuto de la campaña, los tres partidos que hasta ahora se repartían el pleno del Ayuntamiento de Madrid dieron la sensación de dar por bueno el resultado obtenido hace cuatro años. Convirtieron en tedio un proceso estático en el que el mejor resultado que ambicionaban era el mismo. Unos, como el PP de Ruiz-Gallardón, por considerarlo casi un techo insuperable; y otros, como el PSOE de Jaime Lissavetzky, por ser lo menos malo en tiempos de debacle socialista generalizada. Si alguien tuvo la valentía de soñar un poco más, y solo tímidamente, fue la IU de Ángel Pérez. Porque en realidad, todos temían la entrada de UPyD y nadie sabía a quién afectaría más. La participación, otra de las cuestiones puestas en juego por las movilizaciones del 15-M, ha sido del 64,31%, una bajada del 2,3% respecto al año 2007.
Finalmente, Gallardón revalida su mayoría absoluta (esta vez con 31 concejales), y el partido de Rosa Díez y el estruendo de hastío que resuena en la Puerta del Sol han terminado por sepultar al PSM en la capital de España, que se queda con 15 concejales (uno menos que el hasta ahora peor resultado de su historia obtenido por Barranco en 1995 y tres menos de los logrados por Sebastián hace cuatro años). IU sube un concejal (pasa de cinco a seis) y UPyD, la fuerza que rompe por primera vez en 20 años la estructura tripartita del Ayuntamiento, alcanza los cinco ediles. Y esa es la gran noticia.
Porque el PP seguirá gobernando con mayoría absoluta, pero se ha dejado por el camino 120.592 votos, tres ediles y 5,94 puntos porcentuales menos de apoyo. Prácticamente la misma pérdida que el PSOE (en porcentaje y ediles), pero con la relevante diferencia de que Gallardón empeora el mejor resultado de su historia y Lissavetzky rebaja el peor que había obtenido jamás el PSOE (pierde 123.293 votos). El revés del PP a los socialistas alcanza también al mapa de los 21 distritos, y ya solo queda Puente de Vallecas como último bastión rojo de la capital. La última batalla por dilucidar era la de Gallardón con Esperanza Aguirre por exhibir músculo ante Mariano Rajoy: la presidenta ganó por 42.459 votos al alcalde en voto directo en la capital. En 2007, quién ganó fue Gallardón por unos 12.400.
Arropado por los suyos en el Palacio de Cibeles, el alcalde en funciones compareció para agradecer el apoyo de sus votantes y felicitar a sus adversarios. Es su quinta mayoría absoluta seguida. "Si me lo hubieran dicho hace 16 años, me hubiera costado creerlo", lanzó. "Mi prioridad ahora es resolver la ausencia de futuro como consecuencia de la pérdida de trabajo. Madrid tendrá el empleo que merece", prometió.
En la sede del PSM en la plaza del Callao, en cambio, el ánimo se reflejaba en la gradación de los adjetivos: "mal", "fatal", "horrible". El escrutinio avanzaba, pero por el salón de actos no aparecía nadie para comentar los resultados. Hacia las 23.45, con el 90% escrutado, Jaime Lissavetzky salió al estrado rodeado de los primeros nombres de su candidatura. Le aplaudían, pero él estaba serio. Empezó felicitando a Alberto Ruiz-Gallardón. "Le deseo suerte", dijo. También dio la enhorabuena a UPyD, "un nuevo grupo que se incorpora". Y enseguida quiso hablar del futuro. "Voy a hacer una oposición leal y constructiva". Pero los resultados no permitían eludir la derrota, la peor. Y Lissavetzky resumió su estado de ánimo en una palabra: "decepción".
Su grupo pierde tres concejales y se queda con 15. El socialista apuntó a las "condiciones adversas" con las que ha tenido que bregar durante la campaña. "Una situación marcada por la crisis económica y un malestar colectivo y legítimo", añadió. Hoy empieza a trabajar desde la oposición, donde asegura que va a quedarse toda la legislatura.
Izquierda Unida obtuvo un gran resultado pero durante algunos minutos el escrutinio permitió soñar con algo incluso mejor. Hasta casi el 80% del escrutinio, parecía que la formación ganaría dos ediles más (de los cinco que ya tenía), que finalmente se redujo a uno. Ángel Pérez, su candidato, compareció sobre las diez de la noche en el hotel de Méndez Álvaro. Primera reflexión: el resultado "poco discutible" de los populares en Madrid "tiene que dar que pensar a todos aquellos que no compartimos ese proyecto político".
El concejal agradeció el esfuerzo a su equipo de campaña y felicitó a UPyD —"no es fácil irrumpir en la arena política en el Ayuntamiento de Madrid", dijo—. El cabeza de lista de IU dedicó un saludo "amistoso" al candidato socialista, Jaime Lissavetzky. La formación de izquierda interpreta que gran parte de su ascenso y del de UPyD se deben especialmente a la debacle socialista. Entre los seis ediles, dos caras nuevas: Jorge García Castaño y María del Prado de la Mata.
Elaborado con información de Elena G. Sevillano, Pilar Álvarez e Inés Santaeulalia
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