Fuenlabrada se convierte en epicentro del nuevo comercio chino en España
Los dos jóvenes promotores esperan que el parque empresarial genere mil empleos
La comunidad empresarial china en España se ha vestido de largo de la mano de dos jóvenes emprendedores de la segunda generación de chinos en el país. En medio de las calles estrechas y sucias del polígono de Cobo Calleja, en Fuenlabrada, donde se apiñan más de 350 locales comerciales, ha surgido un moderno parque empresarial destinado a ser el centro comercial de venta al por mayor asiático más importante de Europa.
El polígono se llenó ayer de coches de alta gama y fotógrafos. Nadie quería perderse la inauguración del que ya es el mayor parque empresarial chino de España, Plaza de Oriente, un proyecto fruto de una inversión privada de 43 millones de euros. Incluso el ministro de Fomento, José Blanco, acudió para apadrinarlo.
A las 12.18, tal y como decía la convocatoria, el ministro, el embajador de China en España, Zhu Bangzao, y el alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, recorrieron el parque en medio de un desfile de dragones articulados y farolillos. Blanco, divertido en medio de la música, aseguró en su discurso que el Plaza de Oriente es el "mejor ejemplo de globalización". Y, traducido frase por frase al mandarín por una intérprete, recordó que la relación entre ambos países es "una prioridad" para España, ahora que China ha dejado de ser la gran fábrica del mundo para convertirse en el "mercado del mundo".
Ovacionado con el rugir de los tambores y por el público, Blanco hasta se guardó con disimulo en el bolsillo un trozo de la cinta roja que cortó para dar por inaugurado el parque. Abría así una nueva puerta española a la potencia asiática. Y nadie parecía querer quedarse fuera.
La colonia empresarial china quiso arropar a los padres del macroproyecto: Li Tie, de 33 años, y Yong Ping, de 41, que piensan crear mil puestos de trabajo una vez que acabe la segunda fase del plan, en la que invertirán otros 21 millones.
El Plaza de Oriente es el gran salto de los dos empresarios, afincados en Fuenlabrada, al mundo de la inmobiliaria, después de más de 10 años dirigiendo sus propias empresas por separado. Li Tie al frente de un grupo de calzado y bolsos y Yong Ping con una distribuidora de productos de alimentación para restaurantes.
El centro es su primer proyecto en común. En 2007, cuando nació la idea, compraron el suelo y empezaron a edificar. Ahora alquilan los locales a los comerciantes, entre los que además de chinos hay españoles o hindúes. En la segunda fase planean construir un hotel para que los empresarios que vengan a hacer negocios no tengan que salir de su epicentro de trabajo. Todo está pensado. Como dijo el embajador Zhu Bangzao: "Los empresarios chinos no entienden la crisis como un problema, sino como una oportunidad para buscar resultados más alentadores".
El resultado de esta aventura empresarial, que dirige Ly Rulong, son ocho edificios rosas que ya se han levantado en esta primera fase del proyecto sobre los 40.000 metros cuadrados de parque. Nada que ver con los 400 almacenes que se apiñan en el polígono de Cobo Calleja. En el parque, el espacio es amplio y los 80 locales -que en la segunda fase prevén superar los 200- tienen grandes y luminosos escaparates. Y de puertas para dentro, no hay solo chinos.
José Eugenio Casar incluso se ha atrevido con la vinoteca donde se celebró el fin de fiesta. En su interior, el ministro y el embajador chino compartieron embutido y un vino de edición especial creado por cuatro bodegas de la región: El Madrileño. Era una de las pocas notas españolas que había en el ambiente.
"Nuestro target es China, aunque los chinos no saben beber vino. Pero tienen dinero y les gusta gastarlo", aseguró Casar. Para triunfar en el inexperto paladar chino incluso ha tenido que "redecorar" los vinos y hacerlos más afrutados. El empresario espera que en unos años la proporción de su clientela -actualmente 50% china y 50% española-, sea asiática en un 90%. "Este local es la puerta a China", dijo ayer convencido.
A pocos metros de él, Hualong, de 18 años, daba vueltas a la copa y bebía un sorbo de El Madrileño. Y aunque al chico ni siquiera le gusta demasiado el vino ayer era un día de fiesta. Su padre, Yong Ping, acababa de inaugurar el Puerta de Oriente. Entre las vitrinas de la vinoteca algo llamó su atención y se acercó a Casar. "¿Podemos beber un Vega Sicilia del año 70?", preguntó riendo. Nadie contestó.
Plaza de Oriente
- Tiene una superficie de 40.000 metros cuadrados.
- La inversión ha sido de 43 millones de euros en la primera fase del proyecto.
- Cuenta con 80 locales comerciales repartidos en ocho edificios.
- Creará más de 1.000 puestos de trabajo entre empleos directos e indirectos.
- En la segunda fase se invertirán otros 21 millones.
Una colonia de 13.000 empresas
El crecimiento de la colonia de empresarios chinos en España ha sido imparable en la última década. Hoy en día más de 13.000 asiáticos regentan sus negocios en Madrid y dan trabajo a otros 27.000 compatriotas.
Aunque el primer desembarco de ciudadanos asiáticos se produjo en los años 80, fue a partir del cambio de siglo cuando las cifras empezaron a multiplicarse. Actualmente, unos 50.000 residen en la Comunidad de Madrid, en su mayoría procedentes de la zona de Quintiang, al sur de Shanghai.
En un principio los chinos que llegaron a Madrid se instalaron en la capital y abrieron sus negocios principalmente en los barrios de Usera, Latina y Cuatro Caminos. Pero el rápido crecimiento de sus comercios y los numerosos problemas que tenían con las licencias les llevaron a buscar otros lugares en los que establecerse y poder seguir expandiendo el negocio.
La colonia llegó al polígono de Cobo Calleja, en Fuenlabrada, en 2002 y en solo tres años toda la superficie comercial estaba en manos chinas. Con más de 350 locales, Cobo Calleja se convirtió en la mayor plataforma de venta de productos chinos de España y una de las mayores de Europa.
Los empresarios locales miran ahora con admiración el crecimiento de los asiáticos. Para el subdirector general de la Cámara de Comercio de Madrid, Carlos Prieto, la apertura ayer del parque Puerta de Oriente es, además de la consolidación de los empresarios chinos en España, un reto para los empresarios locales. "Va a generar la entrada de productos de calidad a precios muy competitivos, pero es una buena noticia de cara a los recursos de la región", aseguró.
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