Detenido un hombre sospechoso de la muerte de su exmujer
Semienterrada y con varias heridas por el cuerpo. Así fue hallada muerta junto al embalse de El Atazar la tarde del pasado sábado Giovanna Silva da Faria, una brasileña de 38 años. Horas antes había sido detenido su exmarido, el madrileño Manuel Antonio G. A. S., de 51 años, acusado de un delito de homicidio y otro de quebrantamiento de condena por desobedecer la orden de alejamiento de la mujer que le había impuesto un juez.
La voz de alarma la dio el hermano del supuesto autor del crimen la tarde del viernes. Acudió a la Policía Local de Alcobendas, tras haberle llamado su hermano advirtiéndole de que había mantenido una fuerte discusión con su exesposa. Al no lograr hablar con la mujer, acudió a la policía.Los agentes pasaron el caso al equipo de la Policía Judicial del puesto de la Guardia Civil porque la pareja residía en el municipio de El Atazar. Cuando los guardias llegaron a esta población, se encontraron a Manuel Antonio vagando por las calles, junto a un parque infantil.
El detenido llevó a los investigadores al lugar donde estaba el cadáver
Los guardias civiles le interrogaron y este dio varias versiones que no llegaron a convencer a los investigadores. Primero afirmó que le había pedido dinero para regresar a Brasil. Después aseguró que la mujer le dijo que tenía la intención de suicidarse. "Cada vez contaba una historia distinta, según lo que le venía a la cabeza", declararon fuentes de la investigación. También reconoció que había estado conviviendo con ella en los últimos días, según fuentes del caso. Los agentes le pidieron inspeccionar la vivienda, en la calle del Moral, y él accedió sin ningún reproche. El juez de guardia no se opuso a la entrada y registro al ver que accedía el propio interesado. Allí se toparon con que algunos objetos estaban destrozados y que había signos de que se había producido una fuerte discusión.
Los agentes de la Policía Judicial detuvieron al hombre, acusado de haber quebrantado una condena y le trasladaron al puesto de San Agustín de Guadalix, donde volvieron a tomarle declaración. Fue él quien voluntariamente llevó a los agentes al lugar donde se encontraba la mujer, en un paraje cercano al hayedo de la Tejera Negra, en el municipio de Cadarso de la Sierra (Guadalajara). Eran las cinco de la tarde del sábado. La víctima estaba tapada con varias ramas, por lo que era difícil hallarla o verla desde los caminos. Sufría diversos cortes por el cuerpo.
El cadáver fue trasladado al tanatorio de Guadalajara, donde se le practicó la autopsia. El forense ha determinado que las heridas son de naturaleza violenta, pero no descarta que en principio pueda habérselas producido la propia víctima, según fuentes judiciales. El mal estado en que se hallaba el cadáver también dificultó el análisis post mortem. Lo que sí quedó claro es que la muerte se produjo tras haberse desangrado y que no tuvo lugar en el lugar donde fue hallada Giovanna Silva.
El acusado pasó ayer a disposición del titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Torrelaguna, que ordenó la reconstrucción de los hechos por la tarde y estaba pendiente de solicitar una segunda autopsia al forense de Guadalajara para que se pronunciara de forma más certera sobre las heridas que había sufrido Giovanna Silva. El juez ordenó el ingreso en prisión provisional y sin fianza de Manuel Antonio, según fuentes de la investigación. Estas explicaron que la custodia de los dos hijos la tenía el hermano del detenido.
En lo que va de año, siete mujeres han muerto víctimas de la violencia de género en la región, según la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. Madrid se encuentra por detrás de Andalucía (10 víctimas) en el número de mujeres muertas. De las fallecidas este año, en solo dos casos -incluida el de la mujer hallada en El Atazar- se produjo un quebrantamiento de la orden de alejamiento con el visto bueno de las víctimas, según el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género.
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