Todos seremos superhéroes
Los avances científicos pueden hacer realidad en los humanos algunos de los 'superpoderes' de los protagonistas de los cómics de ciencia ficción
Escalar rascacielos, levitar, ser invisibles o saber si otros mienten al instante. La ciencia puede hacer que algunos de los poderes más clásicos de los superhéroes salten del cómic y la pantalla a la vida real. Por ahora, son meros proyectos, pero la ciencia avanza en campos que suenan más a historias de cómics o libros de ciencia ficción. Por ejemplo, y empezando por emular a Spiderman, un grupo de científicos italianos ha descubierto cómo usar la tecnología natural de las arañas para que una persona pueda subir por las paredes de un rascacielos o colgarse del techo boca abajo.
Si nos fijamos en los poderes del más clásico, Superman, un equipo de científicos escoceses asegura que está a punto de producir los primeros lentes de rayos X que darán 'súpervisión' a quien los use. Investigadores de la Universidad de Glasgow, Escocia, creen que un descubrimiento en el estudio de generación de radioondas les permitirá crear unas lentes para ver a través de algunos materiales ligeros como la ropa o el papel.
El dispositivo emitiría radiación terahertziana -rayos de luz de ultraalta frecuencia-que rebotan en el objeto visto y vuelven para crear una imagen detallada dentro de las lentes. Las ondas, que se emitirían mediante cristales modificados para crear imágenes tridimensionales, pasan a través de materiales ligeros como tela, papel o plásticos pero no pueden penetrar materiales densos como la piel o el metal.
Según los científicos, el aparato podría ofrecer imágenes más nítidas que las máquinas convencionales de rayos X, y permitiría diferenciar, por ejemplo, entre sustancias explosivas y arcilla, o cocaína y azúcar.
Ser invisibles
Desde que HG Wells escribió "El hombre invisible", muchos han soñado con desaparecer. Pero no hay ninguna sustancia química que haga transparentes a las personas, y la invisibilidad siempre se ha considerado como algo imposible. Pero un grupo de científicos de la Universidad de Tokio ha inventado un traje hecho con un material que funciona como una pantalla fotográfica.
Una cámara en el traje registra imágenes de lo que hay detrás de la persona y las proyecta enfrente, de manera que cualquiera que vea el traje ve también lo que hay detrás de él. Si se tienen suficientes cámaras en el traje y se incorporan monitores flexibles a la tela, la persona que lo use se confundiría totalmente con sus alrededores.
El coche invisible de la película de James Bond "Die Another Day" usó una versión avanzada de esta tecnología, explica Robert Weinberg, autor de "La ciencia de los supervillanos". La tecnología también puede ser útil para pilotos de aviones, que verían la pista de aterrizaje a través del suelo de sus cabinas.
Levitando como un X-Men
Magneto, el héroe de los X-Men ya no es el único. La ciencia ha logrado hacer levitar ranas, y podría hacerlo pronto con personas. Casi todos los materiales son diamagnéticos, es decir repelidos por cualquiera de los polos magnéticos.
El agua, por ejemplo, es ligeramente diamagnética y los campos magnéticos intensos la repelen. Como las ranas están formadas en gran parte por agua, la ciencia ha descubierto que si se usa un campo magnético suficientemente intenso el animal puede levitar sin sufrir daño.
El cuerpo humano tiene 70% de agua y se puede aplicar el mismo principio que se aplica a las ranas, aunque el problema es generar el campo magnético para hacerlo levitar. Según algunos científicos, se necesitaría una planta nuclear para producir el campo con la magnitud requerida.
Acabar con la mentira
Uno de los primeros impulsores de la máquina detectora de mentiras -o polígrafo- fue el psicólogo William Marston, quien también fue creador de Marvila, la Mujer Maravilla. Probablemente eso explica que la heroína tenga un lazo detector de mentiras.
Los instrumentos se basan en el hecho de que las personas tienden a experimentar cambios físicos cuando mienten, como manos sudorosas y un aumento del ritmo cardíaco.
Cuando se aplican electrodos en el cuerpo durante un interrogatorio, el polígrafo mide todos esos cambios fisiológicos y las señales de los sensores se registran en una cinta de papel. Si se ponen esos sensores en un lazo y se lleva en una mochila la máquina para imprimir los resultados, cualquiera está listo para salir a defender a la humanidad.
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