Mercedes Milá: "Google me parece imprescindible para disfrutar de la vida"

No necesita ayuda para manejarse por la red, pero escribe mirando al teclado en lugar de la pantalla. Confiesa la necesidad de silencio para concentrarse al contestar un chat, pero al momento contesta servicial y enérgica todas las preguntas sobre sus usos y costumbres con la tecnología.

Desde hace cuatro años tiene ordenador de sobremesa y portátil con internet. Siempre lleva consigo el segundo. Mercedes Milá es una internauta empedernida no sólo por trabajo: "Visito Vertele y Telecinco y el placer me lo guardo". Al momento matiza, por si hay algún malpensado: "Si alguien cree que lo de 'me lo guardo' es por la pornografía está muy equivocado. Eso no me interesa. Lo digo porque es para mi. Entro muchísimo en google y busco webs sobre literatura e historia. Google me parece imprescindible para disfrutar de la vida. Francamente, así lo digo". Y continúa con su loa al archiconocido buscador: "Para vivir mejor es necesario. Te soluciona muchos problemas en un momento dado, cuando no recuerdas un dato, o dónde era algo o símplemente, necesitas contrastar un dato. Ahí está Google".

Además de usuaria activa de la red, es una fiel amiga del móvil, mejor dicho, de los móviles: "LLevo dos todos los días. Uno colgado de cada mano". Pero más que para hablar lo tiene para mensajería: "Me parece otro gran invento. Otro mayúsculo invento que ha regenerado los afectos".

En dispositivos para música no anda tan puesta, pero sí tiene iPod. "Todavía no lo he grabado y está encima de la mesa como diciendo a qué esperas, pero soy más de música en el coche. Con el MP3 no me entiendo porque deseo que llegue el silencio. La música cuando es ruido no la aguanto".

Al periódico llegó con su coche, pero con un taxi por delante a modo de guía: "Todo tiene su explicación. GPS tengo, me lo regalaron pero no hay manera humana de que me entienda con él. Más bien me cabreo con él que me ayuda".

Mercedes Milá, como periodista mantiene el sentido de la vista en alerta, hay un detalle que no se le escapa: "Se podría grabar un corto de cómo le hablamos a los aparatos los seres humanos cuando se cuelgan, cuando no cargan, cuando no sabes qué le pasa, cuándo has perdido un archivo y te quieres morir. Con el móvil cuando no va y lo necesitas o se te cae al agua y pierdes todo. Cosa que a mi me ha pasado. En fin, sobran las anécdotas".