Apple TV no convence, ni a los más fans

Diez razones para no comprar Apple TV

El nuevo dispositivo con el que Apple quiere conquistar los salones de las casas no está teniendo la calurosa acogida a la que está acostumbrada la compañía de Cupertino, eternamente envidiada por la fidelidad de sus usuarios, que parecen familiares de Steve Jobs en vez de sus clientes. Pero ni los más fanáticos de la marca de la manzana se han mostrado muy entusiasmados con el Apple TV, un dispositivo que permite pasar del ordenador a la tele todos los contenidos de la tienda iTunes. Son muchas las críticas e incluso la web especializada ilounge ha publicado una lista con diez razones para no comprarse este aparatito. Principalmente, las quejas giran en torno a su disco duro de 40 gigabytes, que a los expertos les parece insuficiente, su falta de compatibilidad con otros formatos y no tener previsión de futuro al no dar soporte ninguno de los formatos de alta definición.

Soapbox: cerrado por ajustes

"Cuando el YouTube de tu vecino veas denunciar, pon el tuyo a revisar" Esto es lo que han debido pensar en Microsoft, después de observar la denuncia de Viacom por mil millones de dólares contra el portal de vídeos de Google, por lo que han decidido ponerse en serio con el tema de la piratería de contenidos en su servicio Soapbox. La compañía no va a permitir que se registren nuevos usuarios a su sistema para compartir vídeos en los próximos dos meses con el fin de tener tiempo de revisar y comprobar que todos sus clips son legales. La preocupación de Microsoft de cumplir con la legalidad se entiende especialmente cuando recordamos las críticas que vertió contra Google por hacer dinero a costa de los contenidos de terceros.

Dell contra 'Logmeng'

El fabricante tejano de ordenadores está dispuesto a volver a ser el número uno mundial de los PCs (HP le ha arrebatado este título) y para lograrlo ha puesto en marcha varias estrategias. Ya hemos hablado de su apuesta por Linux, y ahora, Dell se ha propuesto ganar peso en los mercados emergentes con un ordenador barato que cuesta entre 300 y 500 euros. Su primer objetivo es China donde se enfrenta a un poderoso rival, Longmeng, el ordenador ecónomico 'oficial'.