La violencia sectaria causa cien muertos en Irak en cuatro días
Crecen las dudas sobre la seguridad en manos iraquíes
Con una cadena de atentados que mataron a unas 50 personas e hirieron a otras 260 en Bagdad y Mosul, la de ayer fue la jornada más sangrienta en Irak desde la retirada del Ejército estadounidense de las zonas urbanas del país, en el pasado mes de junio. Desde el viernes ya han muerto casi un centenar de personas, en una estrategia insurgente a escala nacional contra los musulmanes chiíes, mayoritarios en el país, mientras el Pentágono advierte de que los terroristas tratarán de boicotear las elecciones nacionales del próximo enero.
Los últimos ataques siembran cada vez más dudas sobre la capacidad del Gobierno iraquí de mantener la seguridad en el país, ahora que las tropas de Estados Unidos empiezan a replegarse.
El ataque más grave de ayer fue el que arrasó la villa de Jazna, a 16 kilómetros de Mosul. Dos camiones cargados con explosivos detonaron a la misma hora y destruyeron las 30 casas de la localidad. Murieron, al menos, 28 personas. Hubo 155 heridos.
El ataque tuvo lugar de madrugada, mientras la mayoría de los habitantes de Jazna, todos ellos kurdos chiíes, estaba durmiendo.
Otros nueve ataques en Bagdad también se cebaron con zonas tradicionalmente chiíes, especialmente dos barrios. A las seis de la madrugada -una hora menos en la España peninsular- los terroristas detonaron una bomba en un coche aparcado en el distrito de El Amal, cerca de un grupo de temporeros que aguardaba en fila a que les asignaran el trabajo del día. Murieron siete personas y 46 resultaron heridas. Menos de media hora después, un ataque idéntico tuvo lugar en el distrito de Shorta y mató a nueve personas e hirió a 35.
El viernes, los terroristas ya se habían lanzado contra Mosul y Bagdad, donde murieron 50 personas, la mayoría chiíes. Precisamente ese día acababa la celebración del nacimiento del duodécimo imán, Mohamed el Mahdi, una especie de mesías reverenciado por los chiíes. Ya a finales de julio, una serie de ataques contra cinco mezquitas chiíes en Bagdad habían matado a 29 personas.
Muchos analistas interpretan estos persistentes ataques como una verdadera guerra sectaria, el resultado de haber derrocado un régimen suní, el de Sadam Husein, para darle el poder a un Gobierno chií y democrático por primera vez en la historia del país. Además, los sangrientos ataques llegan en un momento crítico para el Gobierno del primer ministro, Nuri al Maliki, cuando su Ejército intenta tomar el relevo definitivo de las tropas estadounidenses, que ya han abandonado las ciudades y esperan retirarse definitivamente del país árabe antes de finales de 2011.
Mosul se ha convertido en una de las zonas más peligrosas de Irak, en un enclave ya de por sí conflictivo, cerca del bastión kurdo, que lleva décadas luchando por su independencia. En esa ciudad, de casi dos millones de habitantes, se refugian rebeldes kurdos; militantes del grupo terrorista suní Al Qaeda, e insurgentes vinculados al Partido Baas, que organizó el golpe de Estado de 1968 que llevó al poder a Sadam Husein.
A finales de julio, el comandante al mando de las tropas de EE UU en Irak, el general Ray Odierno, advirtió en una conferencia de prensa de que la insurgencia suní iba a tratar de desestabilizar el norte del país aprovechando la retirada de Estados Unidos. "Probablemente, nuestra mayor fuente de inestabilidad serán las tensiones entre árabes y kurdos. Creemos que muchos de los grupos insurgentes tratarán de explotar las tensiones entre árabes y kurdos en el norte", dijo Odierno.
El Pentágono cree que los insurgentes tratarán de sumir al país en el caos durante los cuatro meses que quedan hasta las próximas elecciones nacionales, en las que Maliki tratará de conseguir un segundo mandato. Hasta la fecha, el primer ministro se ha presentado como la persona que ha logrado que Estados Unidos diera el relevo a los iraquíes. Las recientes matanzas ponen en peligro sus argumentos.
Oleada de violencia
Las tropas de Estados Unidos se retiraron el 3o de junio a sus bases y dejaron la seguridad de las ciudades
en manos de las fuerzas iraquíes. Éstos han sido los atentados más sangrientos desde entonces:
- 10 de agosto. Dos camiones bomba matan al menos a 28 personas cerca de una mezquita chií en la localidad de Jazna, a 16 kilómetros de Mosul. Una cadena de atentados con bomba en Bagdad deja al menos 16 muertos.
E 7 de agosto. 38 personas mueren a causa de la explosión de un coche bomba aparcado a la salida de una mezquita en Mosul. Otras seis fallecen en varios ataques con bomba en la capital iraquí.
- 31 de julio. Una oleada de atentados con bomba a la salida de cinco mezquitas de Bagdad se cobra la vida de al menos 27 personas.
- 9 de julio. Una serie de ataques con bomba en Talafar (cerca de Mosul), Bagdad y otras zonas del país causa la muerte de 50 personas.
- 30 de junio. Al menos 27 personas mueren al estallar un coche bomba en Kirkuk, en el norte de Irak.
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