La violencia resurge en Bolivia
Mueren dos mineros en choques con la policía a cinco días del referéndum - Chávez y Cristina Fernández cancelan su viaje por las manifestaciones
Bolivia celebra hoy su fiesta de la independencia teñida por el luto de las dos muertes acaecidas ayer en enfrentamientos registrados en diferentes puntos del país, en los que otro medio centenar de personas resultaron heridas. La tensión se ha disparado cuando quedan cinco días para la celebración del referéndum revocatorio sobre la gestión del presidente Evo Morales, quien ayer no pudo desplazarse a la sureña ciudad de Tarija para celebrar una reunión con sus homólogos de Venezuela, Hugo Chávez, y Argentina, Cristina Fernández. Cientos de manifestantes trataron de tomar el aeropuerto e impidieron la llegada de los visitantes. Desde Buenos Aires, Chávez elaboró una teoría sobre el problema. "Hemos decidido suspender el viaje a Tarija porque el imperio norteamericano ataca, desde aquí señalo al amo. A pocos días del referéndum democrático de Bolivia pareciera que hay desespero imperial", subrayó el líder venezolano, cuyos aviones militares y pilotos transportan normalmente a las fuerzas de policía bolivianas de un punto a otro del país andino.
Los dos fallecidos son mineros que se enfrentaron con la policía en la región de Cochabamba. Las fuerzas de seguridad trataban de eliminar un bloqueo de carreteras y los manifestantes amenazaban con volar un puente con dinamita. Los mineros fueron un sector decisivo para la llegada de Morales al poder en enero de 2006, pero ahora han dado la espalda al mandatario, a quien reclaman mejoras en sus condiciones laborales. En la oposición, Morales utilizó la táctica de los bloqueos para provocar la caída de dos presidentes, pero ahora se ha encontrado con la horma de su zapato. Y lo que es peor, a escasas jornadas del vital referéndum -en el que también se decide el futuro del vicepresidente, Álvaro García Linera, y de ocho gobernadores- se han producido muertos.
El panorama político ha entrado en convulsión. A la protesta de los mineros se han sumado los docentes y una huelga de hambre de representantes autonomistas contra el proyecto indigenista del presidente. Éste tuvo que suspender el lunes, "por razones de seguridad", una visita a Sucre, la capital constitucional del país.
La tensión ha generado escenas difícilmente catalogables, como los enfrentamientos registrados ayer en La Paz entre la policía y una manifestación de discapacitados.
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