¿A quién le suena este proyecto?
Hoy hemos comenzado muy pronto otra vez, y cuando hemos llegado al Convention Center ahí estaban los antiabortistas con su parafernalia. Un grupo contrario al matrimonio de personas del mismo sexo y a los derechos de los gays en general exhibía una enorme pancarta en la que se podía leer homo sex a sin. Otros activistas iban disfrazados de cerditos y proponían crear un impuesto sobre el consumo de carne para combatir el cambio climático. También habían madrugado predicadores de todo tipo, megáfono en mano, así como otro individuo con un cartel en el que ponía Fox news - the only true. Tampoco faltaban los habituales hombres de Harrelson, hoy también a caballo, y cientos de vendedores de recuerdos.
Una nueva valla publicitaria pide separar política y religión, idea con la que simpatizo, algo tan difícil aquí como en España -aunque en nuestro país lo que se mezcla no es tanto política con religión como política con Iglesia Católica-. A esa temprana hora Michelle Obama nos ha contado que venía de un servicio religioso - no oculta su fe en ninguna de sus intervenciones- para, después, seguir milimétricamente el guión que culminará mañana con el discurso de su marido en el estadio de los Broncos.
Ayer el día terminó con una sensación extraña tras el discurso de Hillary, agridulce, de cierto vértigo ahora que los Clinton se suben al carro de Obama, pero inevitablemente cortan amarras también. Llega la hora de la verdad, la de seguir con un solo jinete y confrontar con los republicanos. Hoy se nota en el ambiente que está llegando la hora de avanzar en el mensaje político, y ya está sucediendo. Estas son algunas de las ideas que entre Hillary y Michelle se han ido adelantando: una educación pública que sea un referente mundial, igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos, derechos para los gays, protección del medio ambiente, lucha contra el cambio climático y suficiencia energética, diplomacia y no guerra, reconstrucción de alianzas y recuperación de la confianza de muchos países amigos, derecho a la sanidad para todos -aquí no existe-, protección social para ancianos y veteranos de guerra, una política de inmigración que saque de las sombras a los 12 millones de ilegales que trabajan duro y que les abra el camino de la ciudadanía, empleo de calidad y una economía estable y justa con oportunidades para todos. Con esta agenda no me sorprende que tanta gente mande recuerdos para ZP.
"No va ser fácil". Esta frase la he oído hoy un par de veces, y es que el jueves comienza la campana de verdad. Se impone el realismo. El estreno de Joe Biden en la Convencion ha ido como se esperaba, con los pies en el suelo, dejando para el gran líder la responsabilidad de seguir tejiendo esa red de sueños y realidades que conduce a la Casa Blanca. Biden ha culminado con éxito la construcción de la colosal plataforma sobre la que mañana Obama pronunciará un discurso que promete ser histórico. Discurso que debe hacer tabla rasa sobre todo lo que ha sucedido en el seno del Partido Demócrata durante el ultimo año y medio e incluso durante esta convención.
Por cierto, se me olvidaba, hemos estado con Jimmy Carter. Ha sido una reunión entrañable con un hombre comprometido y que lo ha sido todo. Su fundación desarrolla un trabajo muy importante en el mundo en defensa de la democracia. Democracia que, a propósito, no ve amenazada en América Latina. Carter nos ha agradecido el esfuerzo y cooperación española y ha augurado un cambio en la politica de su país con respecto a América Latina, un giro desde la estrategia de colisión actual hacia el entendimiento y cooperación. Good news.
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