Un preso político cubano del Grupo de los 75, en libertad

Las autoridades cubanas excarcelaron el jueves al disidente Reinaldo Labrada, de 46 años, uno de los 75 opositores condenados a largas penas de prisión en 2003 por "conspirar" con Estados Unidos y "atentar contra la independencia" de Cuba. Labrada, condenado a seis años de cárcel, es el primero de este grupo que ha sido liberado tras cumplir casi íntegramente su condena -le faltaban dos meses-, por lo que activistas de derechos humanos consideran que de ningún modo se trata de un "gesto político". De los 75 opositores, 20 han sido puestos en libertad con una "licencia extrapenal" por motivos de salud; ocho de ellos han partido al exilio y uno ha muerto.

Labrada pertenece al Movimiento Cristiano Liberación, que dirige el opositor democristiano Osvaldo Payá, y fue uno de los activistas que en 2002 logró reunir 25.000 firmas para pedir al Gobierno la convocatoria de un referéndum sobre el cambio político, iniciativa conocida como Proyecto Varela. "Labrada cumplió íntegramente su pena, le perdonaron dos meses; no ha habido ninguna medida de gracia con él", dijo ayer el opositor Elizardo Sánchez, que asegura que todavía quedan alrededor de 207 presos políticos en las cárceles cubanas, aunque su número ha descendido en el último año.

Nada más salir de la cárcel Labrada regresó a su hogar en la localidad oriental de Puerto Padre, provincia de Las Tunas, a unos 700 kilómetros al este de La Habana. Desde allí manifestó su determinación a volver al activismo político opositor. El disidente fue detenido en las redadas de mayo de 2003, que acabó con detención y condena de 75 opositores a sanciones de entre 6 y 28 años de cárcel. Él fue el que menor condena recibió, y como a sus compañeros Amnistía Internacional lo incluyó en su lista de prisioneros de conciencia. El Gobierno cubano no admite la existencia de presos políticos, y considera a los disidentes "mercenarios" a sueldo de Estados Unidos.

La excarcelación de Labrada se produjo la víspera del comienzo de la tercera ronda de Diálogo sobre Derechos Humanos que mantienen el Gobierno español y el cubano desde 2007 y que, entre otros asuntos, permite abordar la situación de los presos políticos en la isla e interesarse por casos humanitarios. La segunda reunión de este mecanismo -creado hace dos años, durante la visita que realizó a la isla el ministro Miguel Angel Moratinos- se celebró en Madrid en 2008 y permitió a los representantes de ambos países debatir "sobre el sistema penitenciario cubano", así como del disfrute individual y colectivo de todos los derechos fundamentales "para todos", según un comunicado difundido entonces.