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El 'número dos' de Lula pierde su escaño por corrupción

El Parlamento de Brasil aparta de la política al ex ministro José Dirceu durante 10 años

Juan Arias

Acusado por el Consejo de Ética del Parlamento de haber organizado una trama de corrupción en el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el poderoso ex ministro de Presidencia José Dirceu, de 59 años, que había sido el gran artífice de la victoria del Partido de los Trabajadores (PT) en 2002, perdió en la madrugada de ayer su acta de diputado por 293 votos a favor, 192 en contra, 8 abstenciones, un voto blanco y otro nulo.

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Durante al menos 10 años, Dirceu no podrá postularse como candidato a ningún puesto político. Dirceu fue acusado el pasado mayo por el diputado laborista Roberto Jefferson de estar al mando de una red que se encargaba de sobornar a diputados de otros partidos para afianzar la mayoría del Partido de los Trabajadores en el Parlamento. En las elecciones de 2002, Lula no logró obtener los votos suficientes para gobernar sin el apoyo de otros partidos. Supuestamente fue Dirceu el hombre que se encargó de ir convenciendo a los diputados de otros partidos.

"La única cosa que lamento profundamente es que José Dirceu ha sido expulsado sin que haya una sola prueba contra él", declaró Lula ayer. "El Congreso tomó una decisión y la historia probará si ha sido correcta o no".

El que fuera mano derecha de Lula durante 15 años pronunció ante el pleno del Parlamento un discurso apasionado y duro proclamando su inocencia y acusando a sus colegas de la Comisión de Ética de haber organizado un "proceso político" como en los tiempos de la dictadura. "No me pueden juzgar por haber defendido el Gobierno Lula ni por haber sido el presidente del PT", dijo casi gritando. Tras haber recordado su pasado de ex guerrillero, de haber estado condenado a muerte por los militares y de haber luchado toda su vida por la defensa de la democracia, hizo un duro ataque a los medios de comunicación por haberse "organizado contra él".

Dirceu, que había pasado la noche en el Parlamento intentando hasta el último momento conquistar a su favor a sus colegas diputados, saludándoles y a veces abrazándolos a uno por uno, acabó diciendo que seguiría defendiéndose de las acusaciones "sin pruebas" y extendiendo los brazos concluyó: "Estas manos son inocentes". Los casi 500 diputados presentes lo escucharon en silencio y con respeto, pero minutos más tarde, en el secreto de las urnas, lo alejaron de la vida pública hasta el 2015.

El Gobierno, que no tenía muchas esperanzas de salvar a Dirceu, acabó no empeñándose en su defensa. Ningún ministro apareció en la tribuna para defenderle, aunque horas antes el presidente Lula, con quien Dirceu ha mantenido toda la vida una relación de amor y odio, siendo Dirceu el malo y antipático y Lula el bueno y carismático, le había telefoneado para decirle que estaba a su lado. Según la oposición, el resultado de la votación supuso una condena del Gobierno Lula y no sólo de Dirceu, así como la demostración de que el Parlamento ha dado credibilidad a Roberto Jefferson, el diputado laborista que destapó el escándalo. Según Jefferson, Dirceu había sido el organizador y responsable de lo que se considera la mayor trama de corrupción desde los tiempos de la dictadura a hoy.

Jefferson llegó a conminar a Dirceu por televisión: "José, sal de ahí y sal rápido, que harás de Lula un reo". En menos de 48 horas, el hombre más influyente del Gobierno de Lula dimitió como ministro pero no abandonó su escaño de diputado.

Mientras el PT siguió defendiendo hasta el final la inocencia de Dirceu, que había sido ocho años presidente del partido, preparándolo para poder llegar al Gobierno, la oposición hizo hincapié en que ha sido la primera vez que un diputado del partido considerado como la bandera de la ética pierde su mandato por corrupción.

Ahora otros 17 diputados, entre ellos varios del PT, aguardan una votación semejante a la de Dirceu, acusados de haberse lucrado con la trama de corrupción organizada por él con la colaboración de la anterior cúpula del PT, que se vio obligada a dimitir en bloque.

José Dirceu se defiende el pasado miércoles en el Parlamento  brasileño.
José Dirceu se defiende el pasado miércoles en el Parlamento brasileño.EFE

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