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El espionaje de EE UU rebaja la amenaza nuclear de Irán

Teherán frenó su programa de armas atómicas en 2003

Yolanda Monge

Hace dos años Estados Unidos estaba convencido de que Teherán tenía los medios suficientes para desarrollar un arma nuclear. Las cosas han cambiado desde entonces y el último Informe de la Inteligencia Nacional (INE) hecho público ayer asegura que Irán puso freno a su programa de armas nucleares en el año 2003, aunque continúa desarrollando tecnología que podría ser usada para construir una bomba, como el enriquecimiento de uranio, lo que posibilitaría al régimen de los ayatolás dotarse del arma nuclear entre 2010 y 2015.

Todo apunta a que la diplomacia ha surtido efecto, dice el informe, que alaba la estrategia del presidente George Bush de "intensificar la presión internacional junto con la voluntad de negociar una solución que sirva a los intereses de los iraníes a la vez que se garantiza que el mundo nunca tendrá que enfrentarse a un Irán nuclear".

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El último informe de INE llega cuando Teherán sigue desafiando con su comportamiento a la comunidad internacional, que le apremia a que ponga fin al enriquecimiento de uranio. El INE es el informe más respetado de las 16 agencias que componen el espionaje estadounidense, y está bajo el control del director de la Inteligencia Nacional, Mike McConnell, que el mes pasado decidió que los aspectos más fundamentales de este documento no serían hechos públicos. Fuentes de ese departamento aseguraron a la agencia Associated Press que se ha hecho una excepción en este caso debido a que la capacidad nuclear del régimen islámico forma parte del debate público sobre la política de EE UU hacia Irán y necesitaba ser puesta al día.

Presiones eficaces

"La decisión de Teherán de paralizar su programa de armas nucleares indica que están menos decididos a desarrollar armas nucleares de lo que se anticipó en 2005", asegura el documento. El informe insiste en que "una combinación de amenazas de supervisión internacional y presiones, junto con oportunidades para que Irán alcance sus objetivos de seguridad, prestigio e influencia regional pueden llevar al país a mantener su programa nuclear paralizado durante más tiempo".

Pero se mantiene la cautela. El consejero de Seguridad Nacional del presidente, Stephen Hadley, insistió ayer en que el riesgo de que Irán se haga con un arma nuclear sigue siendo "un serio problema". Según Hadley, Irán todavía intenta obtener armas nucleares, pero no cree que lo pueda hacer en los próximos dos años. El informe cree "poco probable" que el régimen de los ayatolás llegue a producir suficiente uranio para entonces. Con condiciones favorables, Irán podría llegar a tener la bomba no antes de mediados de la próxima década.

Para conseguir armas nucleares, Irán necesita un diseño propio de cabezas nucleares, material fisible y un vehículo donde instalar este material, como un misil de largo alcance. Según las agencias de espionaje norteamericanas, Irán detuvo sus investigaciones en 2003 y no ha habido más actividad en esta dirección desde entonces. "Esto es lo importante: para que la estrategia funcione, la comunidad internacional tiene que aumentar la presión sobre Irán a través del aislamiento diplomático, las sanciones de la ONU y otras presiones de tipo financiero. Y, finalmente, Teherán tendrá que decidir si quiere una solución negociada", declaró Hadley.

Mahmud Ahmadineyad, ayer en la cumbre de Doha.
Mahmud Ahmadineyad, ayer en la cumbre de Doha.REUTERS

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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