Seis años siendo su madre
Detenido un estadounidense tras hacerse pasar por su progenitora para cobrar la pensión y ayudas sociales
En la pantalla, Norman Bates se disfrazaba de su madre muerta para asesinar a diestro y siniestro. En la vida real, Thomas Parkin hace lo propio pero para cobrar la pensión. Y debía ser un gran actor, ya que han tardado seis años en pillarle. El hombre, un estadounidense de 49 años, acaba de ser acusado de fraude por una estafa que supera los 100.000 dólares (71.000 euros). Tenía un cómplice: el supuesto sobrino de la anciana.
Parkin se ponía una peluca y un vestido y, con ayuda de su bastón y de su supuesto sobrino, Mhilton Rimolo, se hacía pasar por la mujer no sólo para cobrar la pensión, sino para hacerse con todas aquellas ayudas públicas a mayores a las que su madre hubiera tenido derecho. En total, se llevaron presuntamente 52.000 dólares (37.300 euros) en prestaciones por jubilación y otros 65.000 (46.682) en ayudas al alquiler de vivienda, según Charles J. Hynes, fiscal del distrito de Brooklyn (Nueva York).
Según informa la CNN, ambos pillos se enfrentan a 47 cargos, que les podrían suponer una pena de 25 años en prisión. "Los acusados han llevado a cabo durante años un fraude sin par en magnitud y en descaro", ha reconocido Hynes.
Descubierto por un litigio
Thomas Parkin, que añadía lápiz de labios y laca de uñas a su papel de anciana, vivía con su madre cuando ésta falleció en 2003, a la edad de 73 años. Tras su muerte, urdió un plan para suplantarla. Comenzó por lo básico: hacer creer que aún estaba viva. Para ello, falsificó el certificado de defunción de su madre, Irene Prusik, y dio un número de identificación falso para hacer creer que aún estaba viva. El paso mes de mayo, incluso acudió vestido de su madre al departamento de vehículos de Brooklyn para renovar la licencia de conducir. Una cámara de la oficina captó la imagen de Parkin con un traje rojo y grandes gafas con Rimolo a su lado.
El pastel se descubrió cuando Parkin trató de demandar al dueño de la casa de su madre, que había sido vendida en subasta a la muerte de ésta. Ambas partes en litigio se acusaron mutuamente de fraude, pero el legítimo propietario de la vivienda presentó una prueba incontestable: una foto de la lápida de Irene Prusik en el cementerio local. Cuando los investigadores acudieron a buscar a Parkin, éste les recibió con un cardigan rojo, lápiz de labios y manicura de uñas a juego y una mascarilla de oxígeno.
"Yo he tenido a mi madre en mis brazos antes de morir, y respiré su último aliento, por lo tanto, soy mi madre", dijo Parkin a las autoridades en el momento de su detención, según recoge la CNN, que cita a fuentes de la investigación. El juez ha fijado una fianza de un millón de dólares para cada uno de los acusados, que se han declarado inocentes.
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