El alto precio de incumplir en Ramadán
Seis argelinos condenados a cuatro años de cárcel por comer antes de tiempo
Vindicta popular en Marruecos, rigor judicial en Argelia para los infractores del Ramadán (mes de ayuno musulmán) que este año coincidió con septiembre. Seis varones de Biskra, a 420 kilómetros al sur de Argel, fueron condenados el pasado fin de semana a cuatro años de cárcel y a 100.000 dinares de multa (950 euros) por "no respetar uno de los pilares del islam". El Ramadán es uno de sus cinco pilares. Los seis cumplen ya su condena en prisión.
La policía argelina sorprendió, a mediados de septiembre, a seis hombres, de entre 30 y 50 años, jugando a las cartas y comiendo, poco antes de la hora de ruptura del ayuno, en el parque de Djenane El Beylek de Biskra, una ciudad de 210.000 habitantes. Les detuvieron. Poco antes había pillado también in fraganti a otras 27 personas, entre las que figuraban dos menores, consumiendo alimentos a deshora. Con ellos la policía fue menos severa. Les condujo a la comisaría y les obligó a firmar un documento en el que reconocen los hechos y piden disculpas.
Los seis condenados también se reconocieron culpables, pero no les bastó para ablandar al juez. Para fundamentar su sentencia éste echó mano del artículo 144 bis del código penal previsto para los delitos de prensa: "Se castigará con entre 3 y 5 años de cárcel y una multa de entre 50.000 y 100.000 dinares a todo aquel que ofenda al profeta (...) o denigre los dogmas y preceptos del islam a través de textos escritos, dibujos, declaraciones o cualquier otro medio".
"La interpretación que hace el juez del artículo no es justa", asegura el abogado Boudjemaa Ghechir, presidente de la Liga Argelina de Derechos humanos. "Fueron condenados por ofender un precepto del islam, pero nada demuestra que se mofaron de él". Además, la Constitución argelina reconoce la libertad de culto.
"En el país del mollah Omar no se ha visto nada peor que esto", se indignaba, el martes, el diario argelino El Watan ante el creciente celo religioso de los magistrados. "Nos podemos imaginar que mañana otro juez condene a personas que deambulan por la calle el viernes porque deberían de estar en la mezquita a la hora de la oración", concluye el diario en su editorial.
En Marruecos, en tanto, no han sido los jueces sino la muchedumbre piadosa la que la emprendió a golpes contra un hombre que bebió agua en la calle antes de la ruptura del ayuno en Fez. Le arrastraron hasta la comisaría más cercana, según informó el diario Al Ahdat Al Magrebia. Allí, los policías le encerraron en un calabozo hasta que acudieron a rescatarle varios miembros de su familia provistos de un certificado médico en el que se aseguraba que el infractor era diabético y estaba exento de cumplir con el Ramadán.
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