_
_
_
_

Al Zarqaui decapita al segundo rehén norteamericano en Irak

La noticia se difundió en la misma 'web' que el lunes comunicó el asesinato de otro rehén

Ramón Lobo

El segundo rehén estadounidense, Jack Hensley, también ha sido decapitado, según informó anoche la cadena árabe de televisión Al Yazira. La noticia fue dada a conocer por la misma web islámica que el lunes comunicó el asesinato de Eugene Amstrong y después facilitó un vídeo con todos los repulsivos detalles del asesinato. Ambos fueron secuestrados la mañana del jueves en Bagdad junto al británico Kenneth Bigley, de cuya suerte nada se sabe.

Más información
Irak anuncia la liberación de una científica del régimen de Sadam pero EE UU lo desmiente
Al menos 11 muertos en Bagdad en un atentado con coche bomba frente a un centro de reclutamiento

Durante todo el día, nada se había sabido de Kenneth Bigley y Jack Hensley. EE UU y el Gobierno iraquí no habían atendido a la exigencia de liberar a las mujeres de las cárceles de Abu Ghraib y Um Qasar, por lo que se temía el desenlace fatal. En una calculada estrategia, Monoteísmo y Guerra Santa que dirige el jordano Abu Musab al Zarqaui, al que Washington relaciona con Al Qaeda, graduó la tensión manteniendo silencio toda la tarde. La noticia del asesinato de Amstrong, el otro civil estadounidense capturado el jueves en el barrio de Al Mansur, se vio acompañada de un vídeo enviado por sus captores y lo mismo puede ocurrir ahora en el caso de Hensey.

La hora elegida para dar a conocer los asesinatos -pensada para llegar a las ediciones de los diarios estadounidenses- y la macabra escenografía del ritual de las decapitaciones les garantizaron uno de sus objetivos: impacto mediático. En la filmación del lunes hay cinco hombres (cuatro armados con fusiles), vestidos de negro y enmascarados y situados detrás de su víctima. El del centro lee un comunicado en árabe en el que justifica la acción, promete restaurar el honor de las mujeres encarceladas en Irak y amenaza con matar a los otros dos cautivos en 24 horas si no se cumplen sus condiciones. "Ahora, señor Bush, te haremos beber la misma copa que hiciste beber a nuestros hermanos", asegura el hombre en una referencia a las torturas de Abu Ghraib. A continuación avanza con un cuchillo en la mano hacia la espalda de Amstrong, embutido en un mono naranja similar al de los presos detenidos en Guantánamo, y le degüella.

Las autoridades estadounidenses en Irak sostienen que no hay mujeres en Abu Ghraib y Um Qasar; las únicas detenidas son miembros del régimen anterior acusadas de desarrollar programas de ántrax y gas mostaza -las doctoras Rihan Taha y Hida Ammah-, y ambas están confinadas en el aeropuerto de Bagdad junto a otros altos cargos, incluido en propio Sadam Husein.

Peticiones de las familias

Las familias del estadounidense Hensey y del británico Bigley habían difundido ayer sendos y emotivos llamamientos dirigidos a sus captores. Suplicaban la apertura de una vía de comunicación para hallar una salida. La CIA sostiene que la voz del degollador de Amstrong es, casi seguro, la de Zarqaui. También dijo lo mismo en mayo tras el asesinato de Nicholas Berg. Pero hay algo que falla en esta hipótesis. Hasta el domingo se suponía que el terrorista jordano se escondía en Faluya, y que ésta era la justificación de los ataques de precisión (en la terminología militar estadounidense) sobre esa ciudad. El cuerpo de Amstrong fue hallado en la noche del lunes en Bagdad, por lo que se supone que el comando está escondido en esta ciudad de cinco millones de habitantes. El poco tiempo transcurrido entre el secuestro y el primer vídeo (sábado) en el que aparecen los tres rehenes en el suelo, con los ojos tapados y maniatados, hace pensar que los captores no necesitaron un largo desplazamiento hasta llegar a su santuario. Faluya se halla a 50 kilómetros al oeste de la capital y las carreteras están vigiladas.

En su comunicado Monoteísmo y Guerra Santa, uno de los más violentos de la insurgencia, desmiente que haya comprado al grupo captor el destino de las cooperantes italianas Simona Pari y Simona Torreta. El hecho de que los secuestradores de las dos mujeres exigieran también la libertad de las presas en Irak hizo sospechar al propio Gobierno iraquí que se había producido algún tipo de transferencia.

El caso de las italianas difiere de los demás, pues ni siquiera existe un vídeo de ellas. El silencio es absoluto. Las decapitaciones han generado una gran inquietud entre la reducida comunidad extranjera en Irak. La última ONG en evacuar el país ha sido la española Médicos del Mundo.

Un guardia vigila una de las principales mezquitas de Bagdad.
Un guardia vigila una de las principales mezquitas de Bagdad.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_