Rusia y Kosovo centran la cumbre de la OSCE en Madrid
España deja la presidencia en medio de la crisis con Moscú
El enfrentamiento con Rusia por la polémica en torno a la supervisión de sus elecciones y su intención de abandonar el tratado de armas convencionales, así como la posible independencia unilateral de Kosovo, cuyas elecciones del pasado día 18 dieron la victoria al ex guerillero Hasmin Thaçi, centrarán hoy y mañana las discusiones en el XV Consejo Ministerial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que se celebra en Madrid.
España se despedirá de su presidencia de turno en medio de tensiones entre la OSCE y Rusia, y en particular por los intentos de Moscú, y otros países, de "debilitar" las competencias de la organización como observador de los procesos electorales y "campeón" en la defensa de los derechos humanos, como apuntó ayer el representante de EE UU, Nicholas Burns, subsecretario de Estado para Asuntos Políticos. "EE UU se opondrá con todo vigor a tales maniobras", que tratan de socavar su credibilidad.
La OSCE renunció a mandar observadores a las elecciones parlamentarias del próximo domingo en Rusia ante las dificultades puestas por el Gobierno del presidente Vladímir Putin para desarrollar su labor de observación. No obstante, el director de la Oficina de Defensa de la Democracia y Derechos Humanos, Christian Strohal, señalaba ayer que todavía espera la invitación, pero que ésta debe reunir condiciones que permitan a los observadores hacer su trabajo.
Putin acusó a Washington de influir sobre la OSCE para que no enviase observadores, a lo que ayer respondió Burns: "No dimos instrucciones a nadie. Eso no es verdad. La independencia de la OSCE debe ser respetada, porque es la más experta hoy en la observación de procesos electorales".
La presidencia española, por otro lado, estaba desarrollando una intensa actividad diplomática, al margen de la reunión de ministros de Exteriores, para intentar un compromiso que impida el abandono de Moscú el próximo día 12 de diciembre, como anunció, del Tratado de Reducción de Armas Convencionales en Europa, como respuesta al escudo antimisiles que EE UU planea instalar en la República Checa y Polonia. Ayer se desarrollaron contactos de los países interesados con la delegación de EE UU y con el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov.
El futuro de Kosovo es otro de los temas calientes. La OSCE tiene allí desplegadas a un millar de personas. Una independencia unilateral no sólo pondría en peligro la misión, que concluye el 31 de diciembre, sino la estabilidad de la región. La troika -UE, EE UU y Rusia- no logró avanzar ayer en Viena sobre el estatus futuro del territorio, y pidió a serbios, kosovares y albaneses evitar la violencia. Burns aseguró ayer que EE UU espera un acuerdo con Rusia, a pesar de sus diferencias sobre el tema.
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