Obama une a Clinton y a Bush para salvar a Haití de la devastación
El presidente de Estados Unidos crea un fondo para canalizar las ayudas
Los tres pertenecen a un exclusivo club, el de presidentes de Estados Unidos. Los tres comparecieron ayer ante los medios de comunicación para manifestar su compromiso de no abandonar a su suerte a millones de haitianos. Dos son los últimos hombres que han regido los destinos de Estados Unidos -Bill Clinton y George W. Bush-; el tercero es el presidente actual: Barack Obama.
Obama ha fichado a Bush y Clinton para que llamen a las puertas -y a las conciencias- de ONG, empresas e individuos y que soliciten dinero en solidaridad con el pueblo de Haití. "Sé que desean aportar mantas y agua", dijo Bush, pero "lo que necesitamos es su dinero", aclaró el ex presidente republicano, quien confesó que había pasado los últimos días pegado a la televisión en su hogar tejano, devastado por las imágenes de dolor y caos que observaba.
Hillary Clinton se reúne con el presidente haitiano en Puerto Príncipe
Washington dice que Haití necesitará años de ayudas y apoyo económico
Flanqueado a su izquierda por Bush y a su derecha por Clinton, Obama empezó alabando la "extraordinaria generosidad" de Estados Unidos con Haití. A continuación, anunció como mejor herramienta para canalizar la ayuda a Haití del establecimiento del Fondo Clinton-Bush (www.clintonbushhaitifund.org). Ese fondo garantizará que el envío de ayuda se realiza de forma rápida y segura.
"La ayuda está en camino", animó Obama. "Pero sus efectos no se medirán en días ni en semanas. (...) Se medirán en meses e incluso años", puntualizó el presidente. Calificando el desafío como "enorme", Obama explicó que Bush le había llamado y le había preguntado que cómo podía ayudar. La respuesta y su formato quedó ayer escenificada en la Casa Blanca.
La idea no es nueva y responde al carácter de compromiso y trabajo en equipo con el que reacciona el pueblo estadounidense ante las tragedias. "En estas horas difíciles, EE UU está unido. Estamos unidos con el pueblo de Haití, que ha mostrado una resistencia increíble y les ayudaremos a recuperarse y a reconstruir", dijo Obama.
Tras el devastador maremoto de 2004 en Asia, el entonces presidente George W. Bush llamó a su lado a su padre (el presidente George W. H. Bush) y a Bill Clinton para hacer un frente bipartidista común en la recaudación de ayuda. De nuevo Clinton y Bush padre lideraron el esfuerzo por obtener recursos que sacasen del infierno en que se convirtió Nueva Orleans en 2005 tras el paso del huracán Katrina, al que se sumó la incompetencia de la entonces Administración republicana.
Como presidente, "Clinton ayudó a restaurar la democracia en Haití", declaró Obama sobre el actual enviado especial de Naciones Unidas para Haití (en el puesto desde 2008). La tarea "va a ser difícil", confesó Obama. "Es un enorme desafío distribuir toda la ayuda que aportamos de forma rápida y segura en un lugar que ha sufrido una destrucción máxima", puntualizó. "En eso es en lo que nos centramos ahora: en trabajar de forma cercana con nuestros socios, el Gobierno de Haití, Naciones Unidas y muchas otras organizaciones y naciones -amigos de Argentina y Francia, de la República Dominicana y de Brasil, y de otros países alrededor del mundo-".
Ayer fue el cuarto día -la secuencia empezó al día siguiente de conocerse el terremoto- que Obama hablaba a la prensa de forma monotemática. Asunto: Haití. Mantra: Estados Unidos actúa en coordinación con la comunidad internacional, aunque lleve la batuta.
Parte de esa orquesta cuyo director es Obama aterrizaba ayer en Puerto Príncipe. La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, se reunía con el presidente haitiano, René Preval, y pasaba revista al estado de las operaciones de rescate junto al hombre designado por Obama para coordinar la ayuda estadounidense, Rajiv Shah, quien tan sólo llevaba dos semanas en el puesto cuando la tierra se tragó las esperanzas de Haití.
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