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Cumbre en Moscú

Obama y Medvédev desbloquean las relaciones entre las dos potencias

El Kremlin permite el paso de tropas y armas estadounidenses hacia Afganistán

Antonio Caño

Barack Obama y Dmitri Medvédev reactivaron ayer las estancadas relaciones entre EE UU y Rusia y afirmaron su voluntad de extenderlas a un variado espectro de temas. Como muestra concreta de su deseo de cooperar ante amenazas comunes, ambos líderes firmaron una declaración por la que Rusia permite a los norteamericanos utilizar su territorio y espacio aéreo para el tránsito de armamento y equipo bélico hacia Afganistán con objeto de apoyar las operaciones de Washington en aquel país.

Importante por su simbolismo resultó también un acuerdo de cooperación militar firmado ayer por los jefes del Estado Mayor que contempla la reanudación de las actividades bilaterales suspendidas desde agosto de 2008 a consecuencia de la guerra entre Rusia y Georgia. El acuerdo prevé una veintena de intercambios en lo que queda de año, incluidos visitas y ejercicios, así como un plan de trabajo más ambicioso para 2010.

Las discrepancias sobre el conflicto de Georgia siguen sin resolverse
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Obama y Medvédev estuvieron reunidos en el Kremlin durante más de cuatro horas y el resultado fue positivo a juzgar por sus valoraciones, aunque se mantienen discrepancias. Medvédev calificó la cita como "útil", "abierta" y "sincera", y Obama dijo que había sido "muy productiva". Ambos hicieron hincapié en las responsabilidades conjuntas de EE UU y Rusia ante el mundo, especialmente la de dar ejemplo de desarme y evitar la proliferación nuclear. Los dos políticos encabezarán una comisión que, según el norteamericano, está destinada a "dar una nueva base a la cooperación" y a sacarla del "estrecho temario" en vigor. En el marco de esta comisión se crearán 13 grupos de trabajo en temas que incluyen la energía atómica y seguridad nuclear, control de armamento, lucha contra el narcotráfico, relaciones económicas, agricultura, ciencia y tecnología, colaboración en el espacio y también sociedad civil. Esta red de diálogo, que será coordinada por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, evoca una estructura (la comisión Gore-Chernomirdin) existente en época de Bill Clinton y Borís Yeltsin.

Una de las discrepancias no superadas es Georgia. Obama mencionó este tema por iniciativa propia en la rueda de prensa conjunta y señaló que había sido objeto de una "franca discusión". "He reiterado mi firme convencimiento de que la soberanía y la integridad territorial de Georgia deben ser respetadas", dijo el presidente, refiriéndose al reconocimiento unilateral por Moscú de los secesionistas de Osetia del Sur y Abjazia. Con todo, Obama dijo que "nadie tiene interés en un nuevo conflicto militar y debemos resolver estas diferencias de forma pacífica y constructiva".

Preguntado por si confiaba en Medvédev, Obama respondió afirmativamente y explicó que lo consideraba una persona "directa, profesional y clara sobre los intereses de los rusos, y deseoso además de saber cuáles son los intereses de los norteamericanos".

El peso político del líder ruso fue cuestionado por un periodista, que inquirió a Obama sobre quién manda en Rusia. Algunos creyeron incluso ver una mueca de fastidio en el rostro del ruso, mientras Obama explicaba que su interlocutor era Medvédev, pero que deseaba también reunirse con el primer ministro, Vladímir Putin, para poder tener una "visión completa" de las necesidades y preocupaciones de los rusos. El norteamericano agregó que, en su opinión, Medvédev y Putin trabajan juntos de forma "muy eficaz" y comentó que desea otros contactos con personajes "influyentes" rusos. Obama, que anoche cenaba con la familia Medvédev, desayuna hoy con Putin en su residencia en las afueras de Moscú.

En lo que se refiere al acuerdo sobre Afganistán, éste permitirá a EE UU diversificar sus rutas de transporte y ahorrar 95 millones de euros anuales. En el documento, ambos países apoyan la "participación de otros Estados en la estabilización de Afganistán" y subrayan la necesidad de activar la lucha contra el narcotráfico, tanto en territorio de Afganistán como fuera de aquel país, mediante la creación de fuentes alternativas de subsistencia para los campesinos. El documento considera importante garantizar las necesarias condiciones de seguridad para el proceso electoral, así como intensificar y reforzar la colaboración de Afganistán y Pakistán.

Obama evitó hablar de la situación en China por no haber sido "suficientemente informado", pero aseguró que reaccionaría en cuanto tuviera información.

Medvédev y Obama, seguidos por sus esposas, Svetlana y Michelle.
Medvédev y Obama, seguidos por sus esposas, Svetlana y Michelle.AFP

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