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Mladic demora el inicio de su juicio por genocidio en La Haya

El juez expulsa al exgeneral serbio por alterar el orden

Isabel Ferrer

Ratko Mladic consiguió retrasar ayer la apertura del juicio en su contra ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). En cuestión de pocos minutos, el exgeneral serbobosnio protagonizó uno de los sucesos más tensos recordados en La Haya, sede del tribunal. Desafiante, se encaró con el presidente de la sala, el holandés Alphons Orie, para denunciar "el pisoteo de los derechos humanos" que sufría. Cada vez más confiado, puso luego en duda la credibilidad de una corte que, según dijo, "me impide tener un defensor de mi elección". Cuando la situación rayaba lo insostenible, anunció al juez que no pensaba "escuchar la lectura de uno solo de los cargos en mi contra". En ese punto, y al ver que Mladic se dirigía a voces a la galería del público, con sus seguidores, pero también víctimas de las guerras de los Balcanes, le echaron por alterar el orden.

El tribunal tiene que investigar ahora a los abogados que propone el acusado

A Mladic la fiscalía le imputa 11 cargos de genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad. El primero de ellos es el más grave, y se refiere a los 8.000 varones musulmanes asesinados en 1995 en Srebrenica (Bosnia). El antiguo comandante en jefe de las tropas serbobosnias, presuntas autoras de esas muertes por orden suya, debía declararse ayer inocente, o bien culpable. No solo declinó hacerlo. Desafiante desde el principio, apostó fuerte. La formación de Mladic es estrictamente militar y necesita un abogado profesional que le represente. De momento, cuenta con uno de oficio, Aleksander Aleksic. Pero no le gusta. Quiere que le defienda Milos Saljic, conocido de su familia, y otro colega ruso. La identidad de ambos, así como la del resto de juristas incluidos en la lista que Mladic presentó hace días, está siendo comprobada por la Secretaría del TPIY. Se trata de un trabajo delicado y el secretario ha pedido una prórroga. El tribunal intentó tranquilizar a Mladic recordándole que era cuestión de pocos días. No hubo forma.

"Cuenta usted con Aleksic y la posibilidad de disponer de otros letrados en cuanto aclaremos su competencia profesional", le dijo el juez Orie. "¿Quién se cree usted? No me deja respirar", contestó Mladic. Conocido por su serenidad, el magistrado no se inmutó y volvió a pedirle que se quitara de una vez la gorra de estilo militar que cubría su cabeza.

Después de un tira y afloja que rozó el bochorno, Orie tomó una decisión: "Deduzco que no va a querer declararse inocente o culpable. Le recuerdo que la sala puede hacer, en nombre suyo, una declaración de inocencia, y continuar el juicio".

"No, no, no. No pienso seguir aquí", dijo Mladic, levantándose. Sin más dilación, fue expulsado de la sala. El problema es saber qué pasará ahora, porque la sesión se levantó sin fecha concreta para su reanudación.

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Ratko Mladic comparece ante el tribunal en La Haya.
Ratko Mladic comparece ante el tribunal en La Haya.VALÉRIE KUYPERS (EFE)

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