_
_
_
_
Cambio en la Casa Blanca | El avance afroamericano
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

De Lincoln a Obama pasando por JFK

Francisco G. Basterra

A veces tienen que pasar generaciones. Pero hay momentos en la historia en los que el pasado muere y surge otra cosa totalmente nueva. Las sociedades pasan página. Esos momentos los protagonizan hombres que son capaces de arrastrar a los pueblos y de hacerlos soñar que se puede cambiar el mundo. Barack Obama, el nuevo presidente electo de Estados Unidos, es uno de esos líderes. Y en la madrugada del miércoles en España, muchos tuvimos la sensación de que vivimos uno de esos momentos. Recordaremos dónde estábamos y qué hacíamos esa eléctrica madrugada.

Vivimos negros tiempos de desánimo colectivo, de profunda crisis del modelo económico. Cuando nos atenaza un miedo y una incomprensión ante algo que nunca nos había pasado, nos encontramos con que un senador negro, de 47 años, nos convoca a la esperanza, al sueño de que es posible otra forma de hacer política. Independientemente de cómo concluya la presidencia de Obama, Estados Unidos y su nuevo líder nos han sorprendido.

Más información
La comunidad negra celebra la superación del pasado racista

Obama hablando a la multitud en el parque Grant de Chicago enlaza con gigantes de la política norteamericana. En primer lugar, con Abraham Lincoln, el 16º presidente de Estados Unidos que mantuvo la Unión y emancipó a los esclavos. El senador Obama recordó cómo Lincoln, en tiempos de la Guerra de Sucesión, le dijo "a una nación más dividida que la nuestra hoy" que era hora de ir al encuentro del contrario.

La gran victoria de Obama es también un triunfo lastrado con problemas históricos: la debacle financiera y la amenaza de recesión global. Franklin Delano Roosevelt, otro de los grandes presidentes, heredó una situación similar tras la Gran Depresión de 1929. Con el New Deal utilizó al Estado para reconstruir Estados Unidos con dinero público. El editorial de The New York Times afirmaba ayer que Obama ha ganado porque "vio lo que está mal en este país: el desastroso fracaso del Gobierno para proteger a sus ciudadanos".

Por último, Obama ha llegado a la Casa Blanca sobre la misma ola de ilusión y arrastre de los jóvenes que desató en 1960 John F. Kennedy. Las palabras del presidente electo coinciden con la filosofía del histórico discurso de toma de posesión de JFK.

Obama afirmó en la noche inolvidable de Chicago: "Sabemos que el Gobierno no puede resolver todos los problemas. El camino que tenemos por delante será largo. Puede que no lleguemos al final en un año o incluso en un mandato". Cuarenta y siete años antes, en las escalinatas del Capitolio de Washington, a diez grados bajo cero, Jack Kennedy advertía: "Todo esto no se acabará en los primeros cien días. No se logrará en los primeros mil; ni siquiera se conseguirá en la vida de esta Administración".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_