Líderes indígenas apoyan a la oposición en una huelga contra Evo Morales
Rechazan la aprobación de una Constitución sin el consenso nacional
Un grupo de indígenas de la parte oriental de Bolivia se sumó a la huelga de hambre convocada por los líderes cívicos de cuatro provincias después de quemar ejemplares del nuevo texto constitucional, aprobado en primera instancia por la Asamblea Constituyente. En total son ya 170 los huelguistas. El presidente boliviano, Evo Morales, afirma que la oposición pretende desprestigiarlo internacionalmente y sacarlo del poder.
Los líderes cívicos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando iniciaron el lunes una huelga de hambre para expresar su rechazo al texto constitucional aprobado por la mayoría oficialista de la Asamblea Constituyente en Sucre y para manifestar su protesta contra el recorte dispuesto por el Gobierno de los fondos provenientes de los impuestos petroleros que utilizaban las prefecturas para obras de desarrollo.
En Santa Cruz, al menos unas setenta personas se instalaron en la plaza de armas para llevar adelante el ayuno voluntario. Al mediodía de ayer, un grupo del Consejo Indígena Autonomista decidió expresar su repudio quemando ejemplares del texto constitucional, publicado por un medio, antes de sumarse al ayuno que llevan adelante unas 170 personas en Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando. Cochabamba y Chuquisaca preparan similar medida para los próximos días.
El líder del Consejo Indígena Autonomista, José Urañavi, dijo que se incorporan a la huelga para repudiar la aprobación de una nueva Constitución que no tiene consenso y que lleva la sangre de ciudadanos bolivianos, en alusión a los tres muertos y 300 heridos en las protestas de Sucre. Las fallas que tiene la Constitución son haber sido votada sin consenso y con un partido [el MAS] encerrado en un cuartel", apuntó Urañavi, cuya organización agrupa a las etnias ayorea, guaraya, chiquitana y guaraní que viven en Santa Cruz.
Los indígenas de esa región se sienten "avergonzados" porque el presidente boliviano, Evo Morales, que es de la etnia aimara, y su partido, hayan aprobado una nueva Constitución sin alcanzar acuerdos nacionales, dijo. Evo Morales, "como indígena campesino debería dar el ejemplo del diálogo, pero no está respetando la democracia", apuntó el dirigente.
Pocas horas antes, el líder indígena Marcial Fabricano, uno de los impulsores de la marcha que demandó por primera vez en 1990 una asamblea constituyente, dijo que muchos pueblos originarios no están de acuerdo por la forma ilegítima en que se aprobó el texto.
Mientras tanto, el Movimiento al Socialismo (MAS) ha asegurado que, junto a fuerzas minoritarias en la Asamblea Constituyente, en diez días más se entregará la nueva constitución boliviana, aprobada en detalle y finalmente por dos tercios de los 255 asambleístas, tal como se ha comprometido con los bolivianos.
El lunes, cuatro gobernadores opositores viajaron a Washington para acusar ante la Organización de Estados Americanos (OEA) al presidente Evo Morales de actuación "ilegal" contra la democracia en la Asamblea Constituyente y en el Congreso nacional.
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