El Gobierno de Zimbawe aumenta las agresiones a líderes del partido de la oposición
Tres dirigentes del Movimiento para el Cambio Democrático denuncian ataques en las últimas horas por parte de la policía
Las agresiones físicas contra los miembros del partido de la oposición en Zimbawe por parte de las fuerzas de seguridad del país se han incrementado en los últimos días. En las últimas horas, tres de sus miembros han sido atacados por la policía en el aeropuerto internacional de Harare.
El último acto violento ha ocurrido este domingo cuando Nelson Chamisa, portavoz del Movimiento para el Cambio Democrático de Zimbawe (MDC), ha sufrido varias fracturas en la cabeza a consecuencia de los golpes que, según un responsable de este partido, le han propinado varios policías en el aeropuerto internacional de Harare, cuando se disponía a coger un avión a Bruselas para participar en una reunión entre la Unión Europea y la Asamblea ACP (África, Caribe, Pacífico).
La agresión se ha producido antes de la entrevista telefónica que el líder de este partido ha concedido a la BBC y en la que Morgan Tsvangirai afirmaba que la crisis política en el país africano había alcanzado su apogeo. "La situación no es buena, ha alcanzado su máximo apogeo y podemos asistir al principio del fin de la dictadura". En otra entrevista a la BBC, el ministro de Información de Zimbawe, Sikanyiso Ndlovu, ha negado que las fuerzas de seguridad del Estado estén implicadas en este último ataque y ha responsabilizado a la oposición del caos que vive el país.
Presión internacional
El pasado sábado otras dos líderes de la oposición fueron detenidas en el mismo aeropuerto cuando intentaban volar a Suráfrica para recibir asistencia médica tras haber sido golpeadas también por la policía, según han indicado fuentes de su propio partido. "No estamos seguros de por qué han sido detenidas. La tensión ha aumentado en el país", señalaba Roy Bennett, tesorero del partido.
No son los únicos precedentes. Tsvangirai y otros 50 opositores fueron arrestados hace una semana antes de la celebración de una concentración de protesta contra el régimen del presidente Robert Mugabe. Las imágenes de estos dirigentes políticos con las caras golpeadas dieron la vuelta la mundo y provocaron la reacción de la comunidad internacional que pidió al gobierno de Mugabe que respetara los derechos humanos en el país.
"Es una práctica que ha aumentado en intensidad y la situación es extremadamente grave". "Es muy importante que la solidaridad internacional sea visible", ha señalado Tsvangirai. "La presión desde el interior del país y la internacional se tienen que combinar". "No minimizamos la importancia de los riesgos a los que nos exponemos pero no vamos a decaer ni a abandonar nuestras posiciones".
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