"Fukushima nos pone ante lo desconocido"
Antoni Gurguí (Barcelona, 1953) es uno de los cinco miembros del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Este ingeniero industrial experto en energía nuclear fue representante español en la reunión de Finlandia en la que se acordaron las pruebas de resistencia de las nucleares. Llegó al cargo a propuesta de CiU y da muestras de independencia. El viernes, durante una hora, diseccionó la situación en Fukushima y la repercusión en la industria nuclear.
Pregunta. Hace un mes ni habría podido imaginar un accidente así. ¿Qué ha pasado?
Respuesta. Haré un símil: en el mundo nuclear estaba todo previsto para que te tocase la lotería. También para que te tocara la primitiva. Lo que no estaba previsto era que tocaran el mismo día la lotería y la primitiva. Parecía exagerado pero se ha visto que no lo es. Alguien dirá que era previsible. Pero entonces se puede prever un terremoto, un tsunami y un acto terrorista a la vez.
"Creo que las centrales españolas pasarán el test, pero tendrán que invertir"
P. En la costa japonesa hay más probabilidades de que te toque la lotería en forma de seísmo.
R. Sí. Y estaba previsto el terremoto, pero no tan alto. Y estaba previsto el tsunami, pero tampoco tan alto. Esto obliga a replantear ciertas cosas. No jugar solo con probabilidades, sino que si algo tiene una probabilidad mínima hay que tenerlo en cuenta.
P. Hubo un tsunami y un terremoto, pero lo que pasó es que Fukushima se quedó sin suministro eléctrico.
R. Que si te quedabas absolutamente sin suministro eléctrico entrabas en zona de problemas se sabía perfectamente. Por eso no hay un grupo electrógeno sino tres. Y hay baterías. Y todo se ha demostrado insuficiente. Tenemos que reconsiderar todo, contar con que hay cisnes negros, que supuestamente no existen.
P. Asume que hubiera pasado en cualquier país. ¿No puede ser que Fukushima estuviera mal diseñada y que no hay que extrapolarlo al resto del mundo?
R. Ojalá fuera un problema de diseño. En Harrisburg fue un error de operación y el diagnóstico fue fácil. En Chernóbil no digamos. Fukushima nos pone en un terreno desconocido, que es superar las bases de diseño de la central. Como no está claro que estuviera mal diseñada debemos suponer que estaba bien.
P. Si se considera todo lo que puede ocurrir, incluso ataques terroristas, habría que cerrar las nucleares.
R. Claro que podríamos llegar a una situación en el que la energía nuclear fuera inviable. Si quieres prever hasta la caída de un meteorito no puedes construir un reactor nuclear. En el mundo nuclear tenemos que aceptar un plus de irracionalidad: la gente acepta miles de muertos por el carbón pero ni uno por radiación.
P. En Fukushima hay 120.000 desplazados.
R. Es tremendo, pero no es nada comparado con los 20.000 muertos por el tsunami. En China millones de personas perdieron su hogar para construir la presa de las Tres Gargantas.
P. Ha dicho que podría llegar a ser inviable la nuclear.
R. Es lo que tenemos que ver. Pero creo que es posible incorporar las lecciones aprendidas de Fukushima sin que los costes hagan inviable la nuclear.
P. ¿Afectará a las centrales españolas?
R A todas las nucleares del mundo. Sería muy fácil decir que aquí no hay terremotos de esa magnitud ni tsunamis. Pero sería irresponsable no analizar lo ocurrido e introducir mejoras.
P. ¿Cómo serán las pruebas de resistencia?
R. La terminología se hizo por el símil con el sector bancario pero es desafortunada. No vamos a someter los reactores a una agitación a ver si aguantan un terremoto. Se trata de reevaluar los márgenes frente a fenómenos similares a los de Fukushima. No un tsunami en Garoña, en Burgos, pero sí ver qué pasaría con un terremoto superior al de la base de diseño que a la vez rompe una presa aguas arriba.
P. ¿Aprobarán las nucleares españolas?
R. Creo que las superarán pero haciendo inversiones. Sí, si hacen cosas. Me cuesta imaginar que una instalación salga que está perfecta. No es solo la central, sino la capacidad de soporte externo, de agua y electricidad. Entiendo la presión, pero esto es un proceso lento. El libro de lecciones de Fukushima no estará acabado hasta dentro de unos años.
P. Van a revisar también la seguridad ante ataques terroristas.
R. Sería lógico que se incluyeran temas de seguridad física pero es una decisión pendiente de adoptar formalmente.
P. Hace dos años el CSN dijo que Garoña podría funcionar 10 años. Sería difícil decir ahora que no supera las pruebas.
R. Es un escenario posible. Como también, que a Garoña se le impongan determinadas obras y la empresa no las vea justificadas si tiene que cerrar en un año. No excluyo que algunas obras puedan ser importantes, modificaciones mayores de las centrales.
P. ¿Cómo fue la relación con el OIEA? Ha recibido críticas por informar con retraso.
R. Los primeros días hubo información múltiple, confusa y escasa. ¿Esto es debido a que el sistema era insuficiente o a que la situación era la que era? Tendremos tiempo para verlo.
P. Japón sigue calificando como nivel 5 el accidente (en una escala de 0 a 7) y los expertos dicen que es un 6.
R. Dije el primer día que era peor que Harrisburg y mejor que Chernóbil, que es otra forma de decir que es un nivel 6. Tampoco creo que el número sea tan importante. No se va a salvar nadie porque se le dé una calificación u otra. Me interesa más por qué se acumuló hidrógeno en la contención secundaria. Porque eso sí que me sorprende. Y ahí está buena parte del problema. Mirando los planos de centrales similares no lo acabamos de comprender.
P. ¿En Garoña no ocurriría?
R. Precisamente. Hubiese habido un venteo al exterior, no se habría acumulado el hidrógeno.
P. ¿Tiene futuro la energía nuclear después de Fukushima?
R. Ya se verá. Yo creo que sí, que es posible construir y operar reactores nucleares de forma mucho más segura que cualquier otra tecnología competitiva con la nuclear. Es que si no lo creyese no estaría de consejero en el CSN. Sería una estafa.
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