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Cuba pide 20 años de cárcel al estadounidense acusado de subversión

La noticia se dio a conocer a través de varios medios digitales cubanos

Las relaciones entre Washington y La Habana de nuevo vuelven a tensarse debido al caso de Alan Gross, el ciudadano estadounidense detenido en Cuba en 2009 por repartir equipos de comunicación satelital. La Fiscalía cubana dio a conocer el viernes su petición formal, después de un año largo de investigaciones: 20 años de privación de libertad por el delito de realizar "actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado", el mismo por el que fueron condenados 75 opositores cubanos en 2003.

El Departamento de Estado de EE UU y la Casa Blanca han reaccionado al anuncio de La Habana con sendos comunicados de condena sobre los planes de sentencia para Gross y para pedir su inmediata liberación, según informa EFE. "Ha estado detenido sin cargos durante más de un año, en contra de todas las obligaciones en materia de derechos humanos y compromisos en materia de justicia y debido proceso", destacó Washington. La Casa Blanca, por su parte, manifestó en su nota que la intención de Cuba de pedir 20 años de cárcel para Gross "agrava al injusticia sufrida por un hombre que estaba ayudando a aumentar el libre flujo de información de, hacia y entre el pueblo cubano".

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La noticia se dio a conocer en la página web cubadebate y otros medios digitales cubanos, que señalaron que los tribunales fijarán "en breve" la fecha del juicio. Gross, de 62 años, trabajaba para una empresa contratada por una agencia estatal norteamericana cuando fue detenido en La Habana en diciembre de 2009, acusado de distribuir ilegalmente en la isla equipos de comunicación satelital. En diversas ocasiones, funcionarios cubanos han asegurado que se trata de un caso de "espionaje", extremo que niega la Casa Blanca.

Los negociadores de Washington que participaron en una reciente ronda de conversaciones migratorias celebradas en la capital cubana pidieron la liberación del contratista, que según EE UU simplemente estaba facilitando el acceso a Internet a grupos judíos en la isla. El Gobierno cubano ha transmitido la decisión de la Fiscalía por vía diplomática a las autoridades norteamericanas, además de comunicarles que "sus representantes consulares, los familiares del señor Gross, así como los abogados de su familia podrán participar en el juicio.

El pasado mes de enero, durante la última ronda de conversaciones Cuba - EE UU, la subsecretaria de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, viajó a La Habana al frente de la delegación estadounidense y pudo visitar a Gross en la cárcel.

Washington ha dicho en varias ocasiones que el caso del contratista impide avanzar en otros temas de interés común y que sin resolverlo es imposible pensar en una distensión bilateral. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, se ha reunido más de una vez con la familia Gross y se ha implicado personalmente en el caso. Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Ricardo Alarcón, ha afirmado que Gross cometió delitos que son punibles en la isla y que, de ser juzgado, sería tratado de "manera adecuada y respetando los procedimientos".

Un hombre empuja una carretilla junto a un cartel alusivo a la revolución en una calle de La Habana en una imagen de archivo
Un hombre empuja una carretilla junto a un cartel alusivo a la revolución en una calle de La Habana en una imagen de archivoEFE

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