37 millones de tragedias
Aumenta el número de refugiados y desplazados en el mundo a causa de la guerra y la extrema pobreza.- Irak y Afganistán son los principales escenarios de huida, pero los dramas de Darfur y Somalia añaden más dolor al continente olvidado
"Oímos que llamaban a la puerta en plena noche. Tuvimos miedo porque no era una hora normal para que alguien viniera a casa. Nos metimos en un cuarto y mi padre fue a abrir. Unos hombres armados le cogieron y golpearon. Le metieron en un coche y se lo llevaron. A la mañana siguiente encontramos el cuerpo sin vida de mi padre en el barrio. En estos días hay muchos cadáveres de jóvenes por las calles de Mogadiscio. Allí ya no estábamos a salvo y nos marcharnos. Mogadiscio es la ciudad de los muertos."
Es el testimonio de una mujer somalí, recogido recientemente por miembros de Médicos Sin Fronteras cuando la joven de 17 años llegó acompañada de su hermano y hermana a la costa de Yemen. Los tres huían del infierno de la guerra en Somalia. Los tres llegaron exhaustos tras cruzar el estrecho de Adén en una patera, sin comida ni agua, oprimidos por la violencia extrema y el abuso de los traficantes y con el signo del tormento en su mirada. La historia de cualquiera de ellos no dista mucho hoy de la historia de más de 37 millones de personas en todo el mundo.
Son cifras alarmantes, y así lo señala el último informe del Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR). Por segundo año consecutivo, el número de refugiados y desplazados internos ha aumentado hasta alcanzar la cifra récord de 37,4 millones de personas. De 9,9 millones de refugiados se ha pasado a 11,4 en el último año, y de 24,4 millones de desplazados se ha llegado a 26 millones.
El estudio Tendencias Globales (Global Trends en inglés), elaborado por ACNUR, recoge que casi la mitad de los refugiados mundiales proceden de Irak y Afganistán, escenarios de combates de la guerra contra el terrorismo emprendida por EE UU tras los atentados del 11-S. "En Siria y Jordania hay cerca de dos millones de refugiados iraquíes que viven en condiciones horribles. Está todo colapsado y no hay forma de dar el apoyo que se necesita", apunta María Jesús Vega, portavoz en España de ACNUR. Mientras tanto, en las mismas condiciones, han salido de Afganistán hacia países vecinos más tres millones de personas.
Con diferencia, los conflictos armados siguen siendo la principal causa que lleva a decenas de miles de personas en todo el mundo a abandonar sus hogares, aunque el cambio climático y la falta de alimentos empiezan a ser las raíces de muchos movimientos migratorios.
África no existe
De todo eso sabe demasiado la población de África. Durante décadas la guerra ha devorado un continente que no conoce la paz. Tampoco la verdadera atención de Occidente. Como escribía el periodista Ryszard Kapusckinski en el prólogo de su libro Ébano, decimos África por comodidad y convección reduccionista cuando en realidad, salvo por el nombre geográfico, África no existe.
En el mismo corazón de ese continente olvidado se dan los peores desastres humanitarios del mundo. Tal vez el más trágico desde hace años ocurre en Darfur (ver vídeo), la región de Sudán limítrofe con Chad, la República Centroafricana y Libia. La competencia brutal por los escasos recursos de la zona, especialmente agua dulce, ha derivado en unos complejos conflictos étnicos entre grupos rebeldes y el Gobierno que desangran a una población civil indefensa y han llegado a ser considerados genocidios por la ONU. "No se trata de una guerra religiosa, sino de una guerra por los recursos. La gente huye de la violencia que deja pueblos quemados o abusos de todo tipo. Van hacia la frontera con Chad, donde hay más de 245.000 desplazados", afirma Vega.
Pero en los últimos meses la desesperación sacude con más fuerza si cabe a Somalia, un país ingobernable, pasto de los señores de la guerra. El cuerno de África se ha convertido para la ONU en una crisis humanitaria de máxima urgencia al ser la peor catástrofe del continente con un millón de refugiados. Ante la desesperación, la mayoría marchan como pueden hacia Kenia aunque muchos deciden cruzar el mar en patera con destino a Yemen (ver fotogalería).
"La situación es catastrófica. Llevan unos 15 años con guerra de guerrillas y matanzas a diario. No se puede acceder a determinadas zonas con una situación de inseguridad que es realmente frustrante", asegura la portavoz de ACNUR, que añade: "Desespera ver que hay personas que se aprovechan y están alquilando las sombras de los árboles para dar cobijo a gente que se muere y no tiene nada".
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