Una revolución musical llamada 'Glee'
Fox y Antena 3 estrenan la serie que se ha convertido en un éxito en EE UU
Sus seguidores tienen nombre: gleek. Y número: ocho millones de espectadores semanales en EE UU en la cadena Fox. El fenómeno se llama Glee, la primera serie capaz de devolver con éxito el género musical a la televisión y de atraer a esa franja de audiencia que las cadenas buscan desesperadamente: de los 18 a los 49 años. "Es que Glee está pensado para mi sobrino, para mi abuela y para ti", resume con seguridad Ryan Murphy, creador de la serie. Habla con el aplomo del triunfador, con el Globo de Oro en la mano como mejor serie de comedia, desde los estudios Paramount. Y a tenor de los resultados, esta serie que estrena mañana Fox (22.00, dial 21 de Digital +) y el próximo día 21 Neox, el canal TDT de Antena 3, ya tiene asegurada la segunda temporada.
Igual que Fama en 1987 y ese otro boom más reciente con el que tantas veces se compara, High school musical, Glee se centra en las peripecias del profesor Will Schuester (Mattew Morrison), que decide poner en marcha el coro escolar. Para su sorpresa, los alumnos que se presentan son los losers (perdedores) o inadaptados del centro.
Cansado del tono sombrío de su mayor éxito, la serie Nip/Tuck (A golpe de bisturí), Murphy ha optado por un tono más ligero. Aunque sus tramas no pueden estar más lejos de la televisión convencional. "Tiene mucho más que ver con el cine independiente, con películas como Election", opina. "Quise hacer una serie sobre lo difícil que es ser honesto, lo duro que es expresarte como eres. Algo que todos hemos vivido especialmente al pasar por el instituto", termina.
Glee cuenta historias con música, pero los protagonistas nunca se ponen a cantar a las bravas. Las canciones siempre están integradas en alguno de los números musicales de la escuela, ya sea en el escenario o en el ensayo. Y los temas no pueden ser más populares: Take a bow, de Rihanna; Confessions Pt.II, de Usher; Imagine, de John Lennon; o Single ladies, de Beyoncé. Y Murphy promete episodios al son de Michael Jackson, Madonna, Rolling Stones, Bruce Springsteen o Billy Joel. Alrededor de ochenta temas para 13 episodios.
"Es una serie muy orgánica. Primero nos planteamos qué queremos contar. Luego lo escribimos integrando la canción con su personaje y con nuestros actores", describe de un proceso que entre guión, ensayos, grabación, coreografía y rodaje viene a llevar unas seis semanas por episodio, de principio a fin, trabajando siete días a la semana. Y si al principio costaba trabajo conseguir los derechos para cada una de las canciones, ahora las ofertas les llueven. Porque, junto con Los Simpson, donde todos los famosos quieren poner su voz, Glee es ahora la serie más popular entre las estrellas.
Entre ellas Suri Cruise, la hija de Tom Cruise y Katie Holmes."Ya sabía que era una niña superdotada", dice sarcástica Jane Lynch, una de las pocas actrices de esta serie con una larga trayectoria antes de Glee. La razón del fervor que produce Glee entre los famosos es sobre todo económica. Rihanna vio un aumento del 189 por ciento en sus ventas después de que la serie utilizara su música. En el caso de Usher, las ventas del tema utilizado se dispararon un 221 por cien. De hecho, en iTunes se vendieron 1,7 millones de canciones de Glee en el último trimestre de 2009. Y a pesar de este éxito, la idea de televisión y musical sigue siendo un concepto dudoso en la mente de muchos.
Como declaró al recoger el Globo de Oro, el realizador se muestra escéptico sobre las posibilidades de que su éxito se repita. "En nuestro caso todo se debe al talento que hay en escena. Hemos dado con el tono y el reparto perfecto", resume sobre un grupo de actores cuya media no pasa de los "ventipocos", aún no maleados por Hollywood. También ayuda que el mayor éxito de la televisión estadounidense sea ahora el concurso American Idol (el equivalente estadounidense a OT).
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