Unos obreros hallan un 'zulo' de ETA abandonado en Madrid
El escondite, de unos dos años, tenía una pistola y explosivo
Ya hacía un par de años que se sospechaba que ETA disponía de escondites de explosivos en la periferia de Madrid. Y ayer se confirmó. Unos obreros que trabajaban en la localidad madrileña de Cercedilla destaparon con una excavadora un zulo de la banda que contenía dos bolsas de plástico, que envolvían dos fiambreras, rotuladas con el anagrama del hacha y la serpiente. Una guardaba una pistola Walther 7,65 con silenciador y tres cargadores. La otra ocultaba un kilo de polvo que parece nitrato de amonio (material para fabricar explosivo), dos temporizadores ST, cuatro detonadores, pinzas para comprobar circuito e instrucciones en euskera.
El hallazgo no pudo ser más casual. Unos obreros trabajaban en el camino viejo de Los Molinos a El Escorial, junto a una linde de piedra entre dos parcelas de montaña, una con ganado bovino. La retroexcavadora comenzó a socavar y puso al descubierto el consumado. Los trabajadores le echaron un vistazo, lo justo para darse cuenta de qué era aquello y avisar a la Guardia Civil.
Estalla un artefacto en la vivienda de un 'ertzaina' en Barakaldo
Los agentes acordonaron la zona y extrajeron el material. Inicialmente calcularon que el escondite tiene "entre dos y tres años de antigüedad, seguro que menos de cinco". De confirmarse esa antigüedad, quedaría descartado que fuera el zulo del que se extrajo el explosivo utilizado en el último atentado etarra en Madrid, el perpetrado con un coche bomba, el 9 de febrero. El vehículo para ese atentado fue robado en Navalagamella, no muy lejos de donde estaba el escondite, y el teléfono, comprado en la capital. No será el de ese atentado, pero señala a que es el método usado para atacar Madrid y que puede haber al menos otro zulo.
Mientras, la campaña para amedrentar a los agentes de la Ertzaintza (policía vasca) continúa. A las 7.30 de ayer estalló parcialmente junto a la puerta de la casa de un ertzaina en Barakaldo (Vizcaya) un artefacto casero (una botella con líquido inflamable, pólvora y petardos), informa Aitor Guenaga. Aún por la mañana, el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, mostró personalmente al policía su "apoyo y solidaridad". El Gobierno vasco ha expresado su rotunda condena a esta campaña de amedrentamiento y a este nuevo acto de "violencia irracional" contra un agente de la Ertzaintza,
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