Una fragata española frustra un ataque pirata a un buque noruego

Los disparos intimidatorios de un helicóptero español, que participa en la operación Atalanta contra la piratería en el océano Índico, y una segunda ráfaga de advertencia desde la fragata española Victoria frustraron ayer el ataque de piratas contra el buque mercante noruego Bow Saga, en aguas del golfo de Adén, frente a las costas de Somalia.

La llamada de auxilio llegaba a primera hora de la mañana del martes: un esquife sospechoso, con siete hombres a bordo, se acercaba a gran velocidad al buque noruego, que navegaba por la zona de seguridad establecida por la misión militar, y abría fuego sobre el puente del barco, según informaron ayer fuentes de la fuerza naval de la UE en el Índico (Eunavfor). El ataque no hirió a ninguno de los 28 tripulantes que viajaban a bordo la nave noruega, procedente de Singapur. Tan solo causó algunos desperfectos materiales, según confirmó la misión de la UE.

Los soldados españoles dispararon para evitar la huida de los agresores

La fragata Victoria, que en el momento de la agresión era el buque más próximo al Bow Saga, acudió a la llamada de Atalanta y envío un helicóptero que patrullaba el corredor internacional del golfo de Adén. Mientras tanto, los marineros del buque noruego trataban de repeler el intento de secuestro con maniobras de evasión y mangueras de agua para evitar el abordaje de los piratas.

La llegada del helicóptero, que alcanzó el esquife en diez minutos, disuadió a los presuntos piratas que, una vez abortado el ataque, intentaron huir. Pero los disparos de advertencia lanzados desde el helicóptero español contra la proa del esquife retuvieron a los agresores hasta la llegada de la fragata Victoria, a 40 millas naúticas del lugar de la agresión, según fuentes del Ministerio de Defensa.

Cuando el buque de guerra español llegó hasta la embarcación pirata, lanzó una nueva ráfaga de disparos intimidatorios y un equipo de militares españoles abordó el esquife. La Victoria retuvo a los asaltantes mientras los marinos españoles inspeccionaban la embarcación para recabar pruebas. El Ministerio de Defensa no tiene constancia del hallazgo de armas en su interior, solo de algunos casquillos.

Una vez concluido el registro, los piratas fueron subidos a bordo de la fragata española, donde pueden ser retenidos hasta 24 horas, a la espera de que el carguero noruego presente una denuncia y de que la operación Atalanta dé las instrucciones correspondientes, según informaron ayer fuentes de la misión de la UE. En ese caso, los piratas serían detenidos y trasladados a tierra, probablemente a Yibuti, informaron las mismas fuentes. Allí, Eunavfor se haría cargo de los detenidos para entregarlos a Kenia. En caso de que no hubiera denuncia, deberán ser puestos hoy en libertad.

La de ayer no es la primera intervención de la fragata Victoria en aguas del Índico contra la piratería. El pasado 2 de junio, ayudó a escapar a un mercante norcoreano y el 16 de abril hundió un buque nodriza utilizado para lanzar ataques en alta mar.