Mata a su pareja y muestra el cuerpo a su padre por videoconferencia

Un joven de nacionalidad rumana estranguló ayer por la tarde a su pareja, de la misma nacionalidad y que estaba embarazada de cinco meses, en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz. Después de cometer el asesinato, se puso en contacto con el padre de él -y no de ella, como se había informado en un principio-, que vive en Rumanía, a través de una videoconferencia. Mediante una webcam, confesó los hechos y mostró al hombre el cadáver a la chica, de solo 19 años, y amenazó con matar también a la hermana pequeña de la víctima, que vivía con ellos. Gracias a los mecanismos de colaboración entre las policías europeas, se logró detener al presunto asesino horas después pero antes de que lograra llevar a cabo su amenaza. No tenía denuncias por malos tratos, según han precisado a este diario fuentes de Igualdad.

El detenido ha sido identificado como Dorel Marcu, de 21 años y sin antecedentes penales. Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid ha informado esta mañana a este periódico de que el arresto se produjo sobre las 15.45 de ayer en el 4º B del número 31 de la calle Granados de Torrejón. Allí, el presunto asesino había matado poco antes a la joven estrangulándola, aunque todavía hay que determinar si lo hizo con las manos o con algún pañuelo o cuerda. La víctima, cuyas iniciales son V. M., estaba embarazada de cinco meses y era madre además otro hijo de tres años. En rueda de prensa Emilio Alcázar, jefe de la Brigada de Policía Judicial en Madrid, ha explicado que la víctima comunicó al agresor su intención de romper la relación y le dijo que el hijo que esperaba no era suyo.

La madre de la víctima ha reconocido ante los medios de comunicación que su hija era "infeliz" porque "discutían mucho" entre ellos. Ha explicado que ella intentaba no meterse por medio pero que a veces hablaba con los dos para solucionarlo.

Tercera mujer asesinada en Madrid

Las mismas fuentes han precisado que momentos después del crimen, el hombre mantuvo una videoconferencia por Internet con su padre. Durante la charla, le dijo que acababa de estrangular a su pareja sentimental, le mostró el cuerpo y añadió que, cuando la hermana de esta, de 13 años, volviera al domicilio, correría "la misma suerte" que ella.

El padre del presunto asesino alertó sobre las tres de la tarde a la policía rumana de lo ocurrido y les dio la dirección de la pareja. A través de los mecanismos de colaboración internacional, el enlace de la policía rumana en España avisó al 091 de Madrid, que envió a agentes de la comisaría de Torrejón y a personal de guardia del grupo X de homicidios. Tras varias llamadas al timbre, el joven les abrió la puerta y los agentes hallaron el cuerpo sin vida de la mujer sobre la cama. Encontraron también a la hermana de la víctima, de 13 años, que acababa de regresar al domicilio. Al parecer, al llegar a la casa la chica preguntó por su hermana, y el joven le dijo que estaba durmiendo. El presunto asesino, que no tenía antecedentes penales, no opuso resistencia a la detención. Los agentes requisaron el ordenador desde el cual se hizo la llamada a Rumanía. El presunto homicida de momento no ha prestado declaración y la hermana de la víctima se ha ido a vivir con la madre de ambas, que también reside en España.

Se trata de la tercera víctima por violencia machista en Madrid en lo que va de año. Antes que la joven rumana, fue asesinada Marilyn Wilson, de 52 años. La mató a cuchilladas presuntamente días antes de que se celebrara el juicio por su separación su expareja, Vicente S. M., de 57 años, en Fuente el Saz del Jarama (Madrid). La mujer ya había denunciado el pasado verano los malos tratos y un juzgado dictó una orden de alejamiento para su marido. El hombre la había incumplido en dos ocasiones, según fuentes judiciales.

El otro caso mortal de la región se produjo en Fuenlabrada el 19 de enero. Francisco estranguló a su mujer, Carmen Juárez Martín, de 54 años, con la que compartía una habitación de alquiler en Fuenlabrada. Tras perpetrar el crimen se echó a la calle y no le contó a nadie lo que había hecho. La inquilina de la vivienda, una mujer ecuatoriana que subarrendaba habitaciones para poder hacer frente a los pagos, se encontró el cadáver de Carmen, que llevaba 12 horas muerta, tendido en la cama. Los policías se pusieron a buscar a Francisco, pero no tuvieron que ir muy lejos. Se había sentando a esperar en una plaza a unos 100 metros del lugar del crimen. En comisaría, confesó ser el autor de los hechos. Además, desde hace más de tres meses se busca a la vecina de Boadilla María Piedad García Revuelta, que lleva en paradero desconocido desde el 12 de diciembre. Su ex compañero sentimental, Javier Sánchez Toledo, de 38 años, se ahorcó dos días después de la desaparición.

Según la última actualización del balance de víctimas de la Secretaría de Igualdad, a 22 de marzo se habían producido 16 asesinatos de mujeres en España a manos de sus parejas o exparejas, de las que solo cuatro habían denunciado malos tratos. La Secretaría de Igualdad ha confirmado que la muerte de hoy es un caso de violencia de género y también otro crimen, cometido ayer en Pamplona, por lo que ya son 18. Se trata de Yanela Zaruma, una joven ecuatoriana de 22 años hallada muerta ayer en la laguna de La Morea con signos de violencia. Tres de las 18 víctimas murieron a pesar de que tenían orden de alejamiento y seis eran extranjeras.