La Ertzaintza interviene en Vizcaya tres paquetes bomba de ETA contra periodistas
Uno de los envíos, detectado por el destinatario, contenía 150 gramos de dinamita Titadine y tenía como remitente a la patronal vasca
La Ertzaintza ha localizado esta tarde en las localidades vicaínas de Getxo y Leioa tres paquetes bomba dirigidos contra periodistas, uno del Grupo Correo, otro de Antena 3 y el tercero, el director de RNE en Euskadi.
Los destinatarios de las bombas de ETA eran en esta ocasión Santiago Silván, delegado de RNE en el País Vasco, Marisa Guerrero, delegada de Antena 3 en la Comunidad, y Entique Ibarra, vicepresidente del Grupo Correo.
La alarma la ha dado Santiago Silván, catalogado como "persona de riesgo" por ser objetivo de ETA, quien ha informado a la Policía de la recepción de un correo sospechoso. El envío ha sido intervenido por los artificieros, quienes lo han desactivado y han comprobado que contenía 150 gramos de Titadine, la dinamita robada por ETA en Francia, preparada para explotar en el momento en que se abriera el paquete.
Esta cantidad de dinamita es similar a la que contenía el paquete bomba que hirió gravemente en Zarautz al periodista Gorka Landaburu el 15 de mayo del pasado año.
El envío consistía en un envase del tamaño de la mitad de una caja de zapatos tapado con un envoltorio con el remite de Confebask, la patronal vasca.
Los policías averiguaron que el paquete había sido enviado a través de una empresa de mensajería, por lo que realizaron gestiones en la compañía y descubrieron que la misma persona que había realizado ese envío había facturado dos paquetes más.
Empresa de mensajería
Uno de los paquetes fue localizado intacto en casa de su destinatario, en el municipio vizcaíno de Leioa. La persona a la que iba dirigida no se encontraba en la casa y sus familiares no llegaron a abrir el paquete.
La tercera de las bombas fue interceptada antes de ser entregada a su destinatario, en Getxo, ya que la policía localizó al repartidor cuando circulaba con una furgoneta para hacer entrega del envío. En el interior del vehículo fue localizado el paquete sospechoso.
Antes de proceder a desactivar esta bomba, la policía ha desalojado el inmueble en el que estaba el paquete, al igual que en el caso de Leioa. Este último paquete bomba y el interceptado en la furgoneta fueron destruidos mediante una explosión controlada en un descampado.
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