CiU califica la situación de "gravísima" y ERC augura un auge del independentismo

Pocos minutos después de conocerse la decisión del Tribunal Constitucional, Convergència i Unió (CiU) emitió un comunicado en el que calificó de "gravísima" la situación política creada, al tiempo que suspendió, a partir de ese momento, todos sus actos. Artur Mas, presidente de CiU, canceló su asistencia a la presentación del libro Un liberal en China, de Roger Albinyana, al que iba a acudir también Graham Watson, presidente de los liberales europeos.

CiU celebrará hoy dos reuniones de urgencia para hacer un primer análisis de la sentencia que recorta el Estatuto. Por la mañana, en Convergència se reunirán Mas, Josep Antoni Duran i Lleida, Xavier Trias y Jordi Pujol para sopesar el alcance del fallo, y por la tarde ha sido convocado un encuentro del comité ejecutivo nacional.

"España ya ha dictado sentencia: la duda es si lo hará por fascículos o de golpe", afirmó al mediodía Felip Puig, secretario general de Convergència, que presagió un nuevo ciclo de involución autonómica y el fin de la transición democrática. La mayoría de los partidos daban por hecho que la sentencia sería muy dura y se pronunciaron en ese sentido después de que Montilla leyera su declaración constitucional en la Sala Gótica del Palau de la Generalitat.

El presidente de Esquerra Republicana, Joan Puigcercós, tachó la sentencia de "estocada mortal" que evidencia que la voluntad de una parte significativa de la ciudadanía "no cabe en la Constitución" española, lo que provocará que crezca el número de convencidos de que el Estado propio para Cataluña es el único camino.

Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del Partido Popular en Cataluña, replicó la tesis de José Montilla, que puso el acento en la derrota popular: "Lamento la falta de sentido institucional de un presidente que actúa como el secretario general de un partido". Para Sánchez-Camacho, tras esta sentencia "no hay ni vencedores ni vencidos".

Joan Herrera, secretario general de Iniciativa per Catalunya Verds, apuntó que hace falta una respuesta que defienda lo que ha votado el pueblo catalán y que el fallo constata "que hay un problema democrático grave".