Cataluña se aleja del objetivo de déficit y rebasará el 2%
Mas-Colell justifica el incumplimiento en la "excepcionalidad" de la crisis
El Gobierno catalán mantiene el pulso con el Ejecutivo central y anunció ayer, en una primera estimación sobre las cuentas públicas de este año, que se alejará de los objetivos de déficit para las comunidades autónomas al rebasar el 2%, frente al 1,3% acordado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Con un tono comedido, el consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, justificó el exceso al considerar que 2011 es un año de "extraordinaria excepcionalidad por la crisis y de transición entre dos Gobiernos".
"[El déficit] estará por encima del 2%", aseguró Mas-Colell tras la primera reunión con los grupos parlamentarios catalanes, a quienes ayer avanzó las líneas maestras de los presupuestos que está preparando. Su elaboración no le está resultando fácil. Mas-Colell nada entre la presión del Ejecutivo central, que le reclama dar un vuelco a las cuentas catalanas para reducir el déficit en 4.900 millones de euros -del 3,9% al 1,3%- y el malestar de los sindicatos y buena parte de la ciudadanía por los duros recortes que está anunciando en sanidad y educación y que él mismo calificó como "una barbaridad".
Rubalcaba dice que la ley está de parte del Gobierno para no anticipar fondos
Tal vez por esos dos condicionantes, ayer Mas-Colell no quiso poner el dedo en la llaga del anticipo de los 1.350 millones de euros correspondientes al fondo de competitividad, que el Gobierno niega a todas las comunidades este año. Ayer, el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió a Cataluña no apartarse del "ejercicio de austeridad" y consideró que, si bien no es "insólita" la petición del fondo, la ley "está de parte del Gobierno".
Mas-Colell solo se refirió al fondo de competitividad para atajar, después de que algún dirigente de CiU lo planteara, que no incluirá esa cantidad en los presupuestos porque, a su juicio, estos no pueden contener "partidas fantasma". En cambio, ayer el consejero se esforzó en explicar que el recorte del gasto, en conjunto del 10%, no será lineal y garantizó que las partidas de educación, sanidad y bienestar social supondrán el 70% del presupuesto. "Priorizaremos el gasto social, y el recorte en estos tres capítulos será inferior al 10%", aseguró.
La oposición, sin embargo, no salió demasiado conforme de la reunión. El PSC manifestó su sorpresa ante la poca información que, dijeron, les enseñó Mas-Colell. "No tenemos papeles", manifestó la diputada Rocío Martínez-Sempere, que mostró recelo: "Con una mano recortan servicios sociales y con la otra rebajan impuestos a los que más tienen", dijo en referencia a la práctica supresión del impuesto de sucesiones, por el que ya solo tributaban las grandes fortunas. Los partidos de izquierdas coincidieron en esa crítica, mientras que el PP le pidió que eleve el gasto social para que suponga el 75% del presupuesto.
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